La submarinista Natalia Avseenko compartió desnuda, en agua que alcanza los -1.5 grados, con dos ballenas belugas. La beluga es un cetáceo de más de una tonelada que rechaza cualquier contacto con materiales artificiales.
El acercamiento tuvo lugar en la región de Murmansk Oblast en el extremo noroeste de Rusia en la orilla del mar Blanco, cerca de la rama del círculo polar ártico, en el Utrish Dophinarium
Natalia, experta en yoga, utilizó esa técnica para poder permanecer más de 10 minutos bajo el agua, interactuando con las belugas bautizadas Nilma y Matrena.
Estos cetáceos se caracterizan por ser las primeras en interactuar con el hombre. Una sonrisa se dibuja en las caras de estas ballenas, debido a que la complexión de sus músculos faciales les permite trasmitir expresiones humanas.
Las ballenas belugas habitan principalmente los mares de Europa, Norteamérica y Asia, y se calcula en más de 100.000 el número de individuaos en la especie.
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