(AFP) - La presidenta argentina, Cristina Kirchner, calificó este jueves de “gesto de mediocridad y casi de estupidez” el que tuvo el primer ministro británico, David Cameron, al decir que la soberanía que ejerce su país en las Malvinas es el punto final de toda discusión.
“La cancillería (argentina) lo ha definido como un gesto de arrogancia pero yo lo definiría como un gesto de mediocridad y casi de estupidez”, dijo la mandataria en un acto en Misiones (nordeste), al referirse a las palabras del primer ministro británico.
Ante la Cámara de los Comunes, Cameron dijo el miércoles que “mientras las islas Falklands (denominación británica de las Malvinas) quieran ser territorio soberano británico deben seguir siendo territorio soberano británico. Punto. Final de la historia”.
“Quiero decirles que los argentinos nunca creímos en los puntos finales, ni en el tema de los derechos humanos y mucho menos en los derechos soberanos de nuestras islas Malvinas”, insistió Kirchner.
La presidenta aludió así a la ley de Punto Final, sancionada en 1986, que intentó acabar con los juicios por las violaciones a los derechos humanos ocurridas en la última dictadura (1976-1983).
Dicha ley y otra con fines de amnistía, la de Obediencia Debida, fueron anuladas por el Congreso en 2003 durante la presidencia de su fallecido esposo Néstor Kirchner (2003-2007), lo que permitió la reapertura de las causas.
“En el siglo XXI sigue siendo (Gran Bretaña) una burda potencia colonial en decadencia, porque el colonialismo es algo antiguo, además de injusto”, agregó la jefa de Estado.
Kirchner dijo que “es solamente la mediocridad, es solamente la revancha (la que hace) creer que se puede poner el punto final a una historia”.
La presidenta insistió en que Argentina va “a seguir incansablemente reclamando no solamente la soberanía sino que (los británicos) se sienten a dialogar y negociar como marca una resolución de las Naciones Unidas”.
“Que no les quepa dudas que Argentina volverá a recuperar la soberanía” sobre el archipiélago del sur del Atlántico, “en el marco del derecho internacional y de la paz”, indicó la mandataria.
La disputa por las islas Malvinas comenzó en 1833 cuando tropas despachadas por Londres expulsaron a los argentinos y constituyeron una colonia.
La última dictadura argentina intentó recuperar por la fuerza las islas en 1982, pero tras una contienda bélica de 74 días sus tropas se rindieron, con un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.