EL PAIS-El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha querido transmitir un mensaje tranquilizador a los mercados, muy inestables estos días ante la incertidumbre que genera la situación de la deuda griega: la institución afirma en un comunicado que va a seguir prestando apoyo financiero al país mediterráneo; eso sí, siempre y cuando se aprueben las medidas de ajuste presupuestario correspondientes. También la Comisión Europea se muestra optimista, o por lo menos constructiva, a pesar de las diferencias existentes entre algunos países sobre cómo dar los siguientes pasos.
Los intereses de los bonos soberanos de los países europeos con problemas de deuda se disparan en los mercados secundarios; las Bolsas caen. El motivo es que en la UE no terminan de ponerse de acuerdo acerca de cómo gestionar el segundo rescate heleno. Ni en el cómo ni el cuándo. Y porque, todavía más apremiante, falta por desbloquear el quinto tramo del primer rescate, que ascenderá finalmente a 18.000 millones de euros.
Una de las grandes incógnitas era si el FMI aportaría su cuota en este tramo (alrededor de 3.300 millones de euros) o si serán los países de la eurozona los que asuman la totalidad, como ha sugerido la vicepresidenta económica Elena Salgado. En el comunicado, remitido por la directora de relaciones internacionales de la institución, Caroline Atkinson, se asegura que el FMI "está preparado para seguir ayudando a Grecia, siempre que se aprueben las medidas acordadas con las autoridades" del país heleno.
De forma que el respaldo continúa, pero se hace perentorio que el parlamento griego apruebe las medidas de ajuste, algo que no se ha conseguido todavía y para lo que el plazo expira el 29 de junio. Si finalmente ocurre, el FMI trata de mostrarse positivo: "Se están haciendo progresos en las discusiones para asegurar la financiación programada al completo, y anticipamos un resultado positivo de cara a la próxima reunión del Eurogrupo", dice el comunicado.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha confirmado hoy que el segundo rescate de Grecia, que los países de la UE se habían comprometido a aprobar el próximo lunes 20 de junio, se retrasará al menos hasta julio por la falta de acuerdo entre Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) sobre cómo deben participar los bancos privados. El anuncio llega en el peor momento para Grecia, que al persistente acoso contra su deuda en los mercados y las protestas en la calle contra los ajustes suma ahora una crisis política en el seno del Gobierno de Yorgos Papandreu.
Rehn ha pedido a los ministros de Economía de la eurozona que, para evitar la quiebra de Grecia, en su reunión del 19 y 20 de junio desbloqueen al menos el quinto tramo del rescate actual de 110.000 millones de euros. Este tramo ascenderá a 18.000 millones en lugar de los 12.000 inicialmente previstos y, sin él, Atenas se verá avocada al impago de los próximos vencimientos de su deuda, algo desconocido hasta la fecha en la relativamente joven historia de la eurozona, que se puso en marcha en 1999.
El FMI ha dejado claro que no pagará si no tiene garantías de que Grecia contará con financiación los próximos doce meses. Por su parte, Bruselas, especialmente Alemania, no quiere que los países europeos pongan más dinero sobre la mesa si Atenas no cumple con los recortes que debe llevar a cabo para devolver la sostenibilidad a sus cuentas. Esto es, gastar menos de lo que ingresa.
Más difícil todavía parece que se pongan de acuerdo sobre cómo incorporar a la banca en la factura de las ayudas. "En el mismo contexto, el Eurogrupo del domingo y lunes discutirá el contenido y las condiciones de un nuevo programa para Grecia, y la naturaleza de la participación del sector privado, con el objetivo de adoptar decisiones en el próximo Eurogrupo del 11 de julio", ha anunciado el comisario de Asuntos Económicos. Si lo hacemos así -ha señalado Rehn- evitaremos el escenario de quiebra y sentaremos las bases para un acuerdo sobre la estrategia a medio plazo. Ha sido difícil, pero creo firmemente que con este enfoque en dos pasos, pactado con el FMI, podemos evitar cualquier escenario de accidente".
"Hago un llamamiento a todos los decisores de la UE, y más particularmente a los Ministros de Finanzas de la zona del euro el próximo domingo, para que superen las diferencias existentes y lleguen a un acuerdo responsable en esta coyuntura crítica", afirma Rehn. También ha tenido palabras para los partidos griegos, a los que ha pedido que aprueben el programa de reforma económica y ajustes tal como se acordó a finales de junio. "Es de deplorar que los esfuerzos por construir la unidad nacional fracasasen. De hecho los esfuerzos necesarios para evitar un impago -que sería una catástrofe para Grecia- son la responsabilidad de todas las fuerzas políticas", ha añadido.