Los gobernantes de Centroamérica, Colombia, México y República Dominicana, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y delegados de países y organismos cooperantes lanzarán esta semana en Guatemala una estrategia contra el crimen organizado en el istmo; una de las regiones más inseguras del mundo.
La "Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica" tendrá lugar en la capital guatemalteca el miércoles y jueves, dos semanas después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobara en San Salvador los principios para la lucha contra el crimen en el hemisferio.
"Centroamérica está siendo agredida por el crimen organizado, no es sólo México y Colombia como dicen, es Centroamérica en su conjunto", dijo el anfitrión de la cita, el presidente guatemalteco Alvaro Colom.
La participación de Clinton en este cónclave "es una clara señal del firme compromiso de Estados Unidos de trabajar con los gobiernos centroamericanos y la comunidad internacional para enfrentar las causas del crimen y la inseguridad", declaró el jueves el Departamento de Estado.
La inseguridad agobia a toda América Central, pero es particularmente grave en Guatemala, Honduras y El Salvador, que tienen tasas de homicidios que superan los 70 casos cada 100.000 pobladores, ocho veces superiores a la media mundial.
La región sirve de pasadizo a los violentos carteles que trasiegan drogas desde Sudamérica a Norteamérica, y además operan temibles maras o pandillas que mantienen en la zozobra a sus 40 millones de habitantes.
El borrador de la estrategia contempla 21 proyectos, que requieren 953 millones de dólares, que el istmo espera que sean aportados en buena parte por los grandes consumidores de drogas (Estados Unidos y Europa), sobre la base del principio de la "corresponsabilidad".
Sin embargo, el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, aclaró que la reunión, a la que asistirán 40 países, no busca recaudar un monto "específico" de dinero para financiar la lucha contra el crimen en América Central, que es la región más violenta del mundo, aparte de las zonas de guerra, según la ONU.
"No estamos estableciendo ninguna meta financiera específica", dijo Martínez, quien afirmó que el plan establece medidas concretas y no será simplemente otra "evaluación" de la situación en la región, que destina el 8% de su producto interno bruto a gastos de seguridad.
"La región invierte anualmente más de 6.500 millones de dólares para luchar contra la inseguridad y la violencia, que incluye efectos en la economía y el costo que tiene la pérdida de gran cantidad de vidas humanas", dice el documento del encuentro.
Estados Unidos colabora con América Central con un programa de 260 millones de dólares, que los países de la región juzgan insuficiente para enfrentar a las cada vez más poderosas bandas del crimen organizado.
"Centroamérica pone 40 dólares por cada dólar que nos dan en cooperación en seguridad" los países consumidores, dijo Colom, quien será anfitrión de la cita como presidente de turno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
Además, el istmo reclama que Estados Unidos frene el tráfico de armas que abastece a las maras y carteles de drogas en la región.
"Del exterior nos vienen las armas, la muerte, la extorsión, el secuestro y ahora las masacres, como la ocurrida en Guatemala con la muerte de 27 campesinos", que fueron decapitados por sicarios del cartel mexicano Los Zetas en una finca el 14 de mayo, destacó Colom.
A la cita confirmaron su asistencia todos los gobernantes centroamericanos, incluido el primer ministro beliceño Dean Barrow, así como los presidentes Juan Manuel Santos (Colombia), Felipe Calderón (México) y Leonel Fernández (República Dominicana, que integra el SICA).
También participarán la ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez, y delegados de organismos internacionales, incluido el Banco Mundial, OEA y agencias de Naciones Unidas.
Este lunes y martes, previo al cónclave, se celebrarán foros relacionados con el papel preventivo que juegan el sector privado, los gobiernos locales, la sociedad civil y los medios de comunicación.