AP- El gobierno de Muamar Gadafi refutó las acusaciones de que las fuerzas del gobierno libio cometieron crímenes de guerra y contra la humanidad.
El diplomático libio Mustafá Shaban dijo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que el gobierno es “víctima de una agresión generalizada” y culpó a los medios de comunicación, a la oposición y a mercenarios extranjeros de las violaciones a derechos humanos e incluso de “actos de canibalismo”.
El procurador en jefe de la Corte Penal Internacional informó el miércoles que investiga su Gadafi suministró Viagra a los soldados libios para fomentar violaciones. Un panel de la ONU dijo la semana pasada que sus investigadores hallaron evidencia de que las fuerzas del régimen cometieron homicidio, tortura y abuso sexual.
Comisión de investigación acusa de crímenes de guerra a las fuerzas de Gadafi
Ginebra, 9 jun (EFE).- Las fuerzas gubernamentales de Muamar al Gadafi y sus seguidores cometieron crímenes de guerra y contra el derecho humanitario “como parte de un sistemático ataque” lanzado contra los civiles en respuesta a las protestas pacíficas y en el posterior conflicto contra los rebeldes.
Así lo subrayó hoy el presidente de esta comisión, Cherif Bassiuni, al presentar las conclusiones de su misión investigadora en Libia ante el Consejo de Derechos Humanos.
“Lo que empezó como protestas pacíficas en demanda de democracia se encontró con la violenta oposición del Gobierno… y la situación degeneró rápidamente en una guerra civil”, dijo Bassiuni.
Desde entonces, “las fuerzas gubernamentales cometieron actos en contra del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos como asesinatos, detenciones ilegales, torturas, desapariciones forzosas y otros como parte de un sistemático ataque contra los civiles”, agregó el responsable de la comisión.
Tal como señala el informe, que la comisión publicó a principios de junio, también cometieron las fuerzas fieles a Gadafi “crímenes de guerra” como “ataques deliberados a civiles o al personal sanitario”.
Bassiuni subrayó que “al principio, estos ataques se lanzaron desde el aire, y cuando entró en vigor la zona de exclusión aérea se hicieron con tanques y artillería”.
“En concreto, se emplearon misiles Grad contra los civiles así como francotiradores”, añadió.
Bassiuni confirmó que la misión también ha encontrado algunos casos de crímenes cometidos por los rebeldes, pero señaló que no consideran que se trate de una política sistemática y deliberada.
El presidente de la comisión dijo que aún quedan otras acusaciones que investigar, como es el caso del supuesto empleo de mercenarios o de niños soldados, así como de violencia sexual, y pidió que el Consejo prorrogue el mandato de este grupo.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debate sobre la situación en Libia
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debatirá hoy la situación en Libia a la luz del informe de una comisión de investigación internacional que viajó a ese país y estableció que las fuerzas gubernamentales cometieron crímenes contra la humanidad y de guerra.
El debate en este órgano de la ONU ha sido aplazado en varias ocasiones esta semana debido a las divergencias surgidas sobre quién debe representar a Libia.
Finalmente, a última hora de ayer, los países miembros del Consejo llegaron a un compromiso en virtud del cual dos delegaciones podrán expresarse en nombre de Libia.
Por un lado, una delegación llegada de Trípoli para representar al régimen de Muamar al Gadafi, que intervendrá como Estado concernido, y por otra, la delegación del Consejo Nacional de Transición (CNT), en nombre de los rebeldes de Bengasi, que podrá hablar bajo cubierta de otra organización.
Los países de la Unión Europea ya han indicado que para ellos sólo el CNT representa a Libia y que no reconoce la legitimidad de la delegación llegada de Trípoli.
El informe de la comisión de investigación creada por el Consejo de Derechos Humanos, que se publicó el pasado día 1, identificó “una serie de violaciones graves del derecho humanitario y de los derechos humanos” como asesinatos extrajudiciales, desapariciones, torturas y violencia sexual, así como ataques a civiles, personal sanitario y periodistas.
La misión reconoció que, aunque recibió “menos informes de hechos que representarían crímenes internacionales “ por parte de las fuerzas opositoras, también en este caso encontró “algunos actos que constituyen crímenes de guerra”.