Las autoridades australianas lanzaron una cacería humana para dar con el hombre enmascarado que hizo vivir una pesadilla a una adolescente de una de las familias más ricas de Sídney al colocarle alrededor del cuello un artefacto que resultó ser una bomba facticia.
Madeleine Pulver, de 18 años, hija de un adinerado empresario, pasó diez horas de horror luego de que un hombre ingresara en el domicilio familiar de la joven el miércoles por la tarde y le colocara un artefacto presentado como una bomba.
El individuo dejó luego una nota y desapareció. La joven contactó a la policía, que sospechó que se trataba de intento de extorsión.
"Las instrucciones eran muy precisas y estaban redactadas de tal manera que nos condujo a pensar que hacíamos frente a una amenaza muy seria", declaró el jueves por la mañana Mark Murdoch, alto responsable de la policía del Estado de Nueva Gales del Sur.
Las lujosas casas de Mosman, un suburbio acomodado de Sídney, fueron evacuadas y las calles cerradas al tránsito en una operación en la que participaron artificieros, bomberos, policías y ambulancias.
Dos policías se quedaron con la joven para tranquilizarla mientras los especialistas trabajaban sobre el artefacto atado al cuello con una cadena.
Los expertos necesitaron diez horas para liberarla, poco antes de la medianoche, del "collar", descrito como "muy complejo y sofisticado" por el responsable de la policía Mark Murdoch.
La joven hizo "un gran trabajo manteniéndose ajena a sus emociones", añadió Murdoch.
La policía estableció luego que el objeto no contenía materiales explosivos.
Terminada la operación, la joven fue trasladada a un hospital para ser examinada por un equipo médico.
"Está muy cansada y le duele un poco después de diez horas con esa cosa" en el cuello, declaró a la prensa su padre, William Pulver, que dirige una importante empresa de informática, Appen Butler Hill.
Pulver agradeció a los dos negociadores de la policía, que se quedaron junto a su hija a pesar del riesgo que representaba. "Fueron de gran consuelo durante esta prueba atroz", agregó.
El hecho parece sacado directamente de un guión de una película de Hollywood, dijo la primer ministro australiana Julia Gillard.
"Cuando vi esto esta mañana lo primero que me dije es que se parece a un guión de Hollywood, el tipo de cosas que sólo se ve en el cine o en la televisión", declaró.
Según el responsable de la policía Mark Murdoch, es aun muy pronto para conocer los motivos de este acto.
La policía dispone de varias pistas y quiere interrogar, en los próximos días, a la joven y a otras personas. El caso es tratado como un intento de extorsión