(AFP) - “Gadafi partió, es tu turno Bashar”, escribió en Twitter un internauta al día siguiente de la muerte del ex líder libio, a tono con lo que se expresa en las redes sociales y la prensa árabe que se embalaron para advertir a los “tiranos” que su fin se acerca.
“Gadafi calificó a su pueblo de rata, terminó su vida en un agujero como una rata. Tiranos, aprendan la lección (…). Vuestro final es inevitable”, subraya un usuario de Twitter luego de la muerte del ex “guía” libio, el primer dirigente muerto desde que comenzó la “Primavera árabe”.
Los internautas, aún bajo el efecto de las imágenes -inimaginables hace unos meses- de un Gadafi sangrando, se desataron, en especial contra los presidentes sirio y yemení, Bashar al Asad y Alí Abdalá Saleh, aún en el poder varios meses después de comenzadas las revueltas reprimidas violentamente.
El exdictador tunecino Zine El Abidine “Ben Alí huyó, (el expresidente egipcio Hosni) Mubarak está siendo juzgado, Gadafi murió. Mientras más resista el tirano, más horrible será su castigo”, escribe un internauta. “Parece que Bashar será crucificado en el centro de Damasco”, añade.
Algunos no pueden impedir ironizar: “Luego de la muerte de Gadafi, Siria y Yemen a la final, ¡’mabrouk’! (felicitaciones)”, escribió en Twitter “Saomadaad”.
En Siria, militantes saludaron el viernes la “gran victoria” de la revolución libia. “No hay marcha atrás frente a la voluntad de libertad”, escribieron los Comités locales de Coordinación, que dirigen las protestas en el terreno.
Los militantes sirios dedicaron su ya tradicional manifestación anti Asad de los viernes al pueblo libio. “Llegó tu turno Doctor (Asad)”, escribieron los manifestantes.
En Saná, decenas de miles de yemeníes manifestaron el viernes pidiendo al presidente Saleh que aprendiera de la muerte de Gadafi. “Toda dictadura tiene un fin”, “Alí tu turno llegó, con el de Bashar”, gritaban los manifestantes.
Desde El Cairo hasta Rabat la prensa árabe no se queda atrás y subraya la ironía de la suerte de los dictadores otrora todopoderosos y aplastados por la avalancha de la “Primavera árabe”.
“Cuarenta y dos años de Gadafi en el poder se terminan con dos balas”, escribe el periódico libanés An Nahar. “Es también una lección para los pueblos que ya no deben aplaudir a sus jefes que se convierten en sus verdugos”, añade.
Según el rotativo As Safir “su cuerpo ensangrentado fue fotografiado como para inmortalizar que la era de los tiranos terminó”. “El tercer tirano, muerto en un agujero”, titula por su parte el diario egipcio Al Masry Al Yum.
Para el periódico palestino Al Qods “esos tiranos deben saber que desde el momento en que apuntan sus armas contra su propio pueblo, pierden toda legitimidad”.
Túnez, país que lanzó la “Primavera árabe” con una revuelta en diciembre, expresa “su profunda satisfacción tras la liberación total y definitiva de Libia”, mientras que el Hezbolá libanés ve una “oportunidad histórica y una gran responsabilidad para reconstruir el Estado”.
En Jordania, el jefe de la oficina política del Frente de Acción Islámica, principal fuerza de la oposición, Zaki Bani Rsheid, estima que la muerte de Gadafi es “una nueva etapa para el mundo árabe”. “Ya no hay más lugar para la represión”, dice.
Por su parte, los analistas estiman que el fin de Gadafi va a dar un envión a las revueltas, en particular en Siria. “El mensaje es que la represión del pueblo con mano de hierro no lleva a nada”, estima Hilal Kashan, profesor de ciencias políticas de la Universidad Americana de Beirut.
Para él, los dictadores “están desconectados de la realidad. Piensan que son diferentes y que van a sobrevivir. Dijeron: esto no es Egipto, esto no es Túnez. Pero al final de cuentas, son todos iguales”.