AFP) – La OTAN puede dar por cumplida su misión en Libia tras la muerte de Muamar Gadafi y la caída del último reducto de las fuerzas leales al coronel derrocado, pero a partir de ahora se enfrenta al máximo desafío de definir el futuro de la Alianza Atlántica.
El Consejo de embajadores de 28 países se reúne este viernes a las 15H00 (13H00 GMT), dijo la fuente, para fijar la fecha que pondrá fin a la operación iniciada en Libia el 31 de marzo
La OTAN excedió el mandato de la ONU desde que acudió para salvar a Bengasi y terminó con la captura de Gadafi“, añadió a la AFP.
Según fuentes coincidentes, Muamar Gadafi estaba huyendo de Sirte en un convoy de vehículos que fue blanco de un ataque de la OTAN a eso de las 08H30 (O6H30 GMT).
Pero la Alianza Atlántica ha destacado siempre que el objetivo de la misión en Libia no era ni la captura ni la muerte de Gadafi, y que no se iría de ese país mientras hubiese amenazas sobre la población civil. Incluso este jueves afirmó que ignoraba que Gadafi estaba dentro del convoy bombardeado.
La Alianza Atlántica asumió el control de las operaciones internacionales en Libia el 31 de marzo bajo mandato de la ONU para proteger a la población civil de la represión del régimen de Gadafi.
En un primer momento, lanzó el operativo por tres meses, luego lo extendió a 90 días, que volvió a prorrogar en septiembre.
Tras la muerte de Gadafi, el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen celebró “el fin del terror” en un comunicado, en el que también aseguró que la misión de la OTAN en Libia terminará en coordinación con la ONU y las nuevas autoridades libias del Consejo Nacional de Transición (CNT).
En Libia, los insurgentes del CNT que derrocaron a Gadafi preveían proclamar el viernes o sábado la “liberación” total del país, tras la muerte del ex “Guía” en la batalla de Sirte, su último reducto, poniendo así fin a un conflicto que duró ocho meses y que costó la vida a unas 30.000 personas.
De haber fracasado la operación en Libia, tendríamos “miles y miles muertos más”, señaló el ministro de Defensa Ignazio La Russa de Italia, uno de los ocho países que participó en los 8.000 ataques lanzados por la OTAN.
Pero la operación no estuvo exenta de problemas. En julio, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, criticó la falta de voluntad política y de aporte de recursos militares por parte de algunos países aliados a la misión.
En un giro extraordinario en el conflicto, Estados Unidos decidió no tomar el mando de una intervención militar en la que participó al inicio, obligando a París y a Londres a tomar las riendas, con el respaldo de un puñado de países.
Pero justamente sin este liderazgo de Gran Bretaña y Francia, la operación hubiese fracasado estrepitosamente. Por eso muchos analistas creen que son esos dos países los que deberían llevarse los créditos y cuestionan la viabilidad de Alianza.
“Yo no estoy seguro de que la OTAN sea viable”, opinó el analista George Joffe de la Universidad de Cambridge y del Instituto Político Global.
“Si no son los estadounidenses, entonces deberían ser los europeos los que asumen el mando, pero si tampoco los europeos son efectivos, ¿cuál es el propósito de la Alianza?”, se interrogó.
“Ese es su verdadero desafío ahora, cómo se organizará” para que sea efectiva y que su existencia tenga sentido. subrayó a la AFP.
Para otros expertos, la OTAN extralimitó sus funciones en Libia.
“Que aviones de la OTAN persiguieran y bombardearan el convoy de Gadafi ha ido mucho más allá de su mandato de proteger civiles”, opinó a la AFP Mariano Aguirre, director del Centro de paz Noref, basado en Oslo.