Este viernes se suspendieron las negociaciones que realizaban las autoridades nacionales con los presos de la Mínima de Tocuyito, donde desde hace una semana está secuestrado todo el personal obrero y especializado de la institución. Un total de 52 trabajadores del penal permanecen raptados por los internos, quienes solicitan el traslado de algunos de ellos a otras cárceles. Hasta este jueves se practicaron 10 de esos traslados, pero luego el diálogo se rompió.
El acuerdo al que se había llegado estipulaba la liberación paulatina de los rehenes a medida que hicieran los traslados a las cárceles del Rodeo, Los Teques y Tocorón. Así ocurrió el jueves cuando dejaron en libertad a dos custodios y un profesor.
Alejandro Ramírez, ofreció detalles sobre la suspensión de las negociaciones. "Ayer en la tarde se paralizaron las negociaciones que se venían haciendo con el representante del Gobierno Nacional debido a que él tampoco estaba de acuerdo con las medidas que estaban proponiendo desde el Gobierno", aclaró.
Ramírez denunció que, desde las 4:00 de la tarde del jueves, el Gobierno nacional cortó el suministro de electricidad a la Mínima, lo que ha hecho que se paren las bombas de agua. Esa situación afecta tanto a los internos como a los rehenes, señaló, pues podría causar que se pierda "la poca comida" que mantienen refrigerada.
Los familiares piden la presencia del representante del sistema penitenciario en Carabobo, Reinaldo Rangel. Aseguran que el Ministerio de Asuntos Penitenciarios y el propio presidente Chávez son "culpables" de esta situación.
A las afueras del penal los familiares de los secuestrados hacen cadenas de oración para que se soluciones el conflicto.
