Este avance de las bandas se explica porque estos grupos han intensificado sus estrategias para reclutar nuevos miembros y lo han hecho también por nuevas vías como las redes sociales, según la agencia.
Las cifras responden también a la creación de nuevas bandas hasta sumar un total de 33.000 en todo el país, así como a las nuevas oportunidades para el tráfico de drogas, que es aún una de las actividades más importantes de estos grupos.
Sin embargo, el aumento del 40 % tiene también que ver con una mejora en los sistemas de identificación de estas bandas y la recopilación de datos para elaborar este tipo de informes.
Las pandillas son responsables del 48 % de los crímenes violentos en la mayoría de las jurisdicciones de EE.UU. y de más del 90 % en algunas de ellas, de acuerdo con el estudio.
La expansión de las bandas, sobre todo en las ciudades grandes y en los barrios periféricos, viene dada por el reclutamiento agresivo de jóvenes e inmigrantes, la puesta en libertad de miembros que estaban encarcelados, así como por los avances en tecnología y comunicación.
Otro de los aspectos que revela el estudio es que las bandas han diversificado sus delitos, hasta ahora concentrados en las drogas y el tráfico de armas, para involucrarse en otros que no se relacionaban de manera tradicional con este tipo de grupos, como el tráfico de personas y la prostitución.
Además, las bandas han comenzado a practicar el denominado crimen de "guante blanco", ya que este tipo de delitos tienen menos visibilidad y también un menor riesgo de detención y castigo que el tráfico de armas y drogas.
El estudio del NGIC concluye asimismo que muchos miembros de estas pandillas continúan su participación en ellas desde la cárcel, gracias a las visitas de sus familiares.
Las bandas callejeras han crecido de manera muy significativa en el noreste y el sureste de EE.UU., aunque es el oeste y la zona de los Grandes Lagos donde se registran el mayor número de personas que pertenecen a una banda callejera.
EFE