El nuevo modelo que proyecta el Gobierno catalán para el Instituto Catalán de la Salud (ICS) consiste en configurarlo como un conglomerado de empresas que se regirán por criterios de mercado, hasta el punto de tener que competir con la sanidad privada. El informe interno del ICS, que ayer reveló EL PAÍS, fija que el modelo económico del futuro holding debe ser el de "una empresa con capacidad para vender su actividad, tanto a entes públicos como privados" y le marca como "objetivo empresarial" lucir beneficios en su cuenta de resultados.
El plan de Salud pasa por trocear la actual estructura del ICS en una veintena de sociedades. De estas, ocho corresponderán a los hospitales de titularidad pública y una docena a agrupaciones de entre 15 y 25 centros de atención primaria. Para poder competir con el sector privado el documento propone que se constituyan sociedades mixtas entre el ICS y profesionales a los que trasladar actividad hospitalaria, por la que serían remunerados con un contrato programa. Estas empresas podrán realizar actividades para terceros "como fuente de ingresos alternativa". A su vez, las filiales también podrán crear consorcios y otras sociedades mixtas con entidades privadas para ganar eficiencia.
Las sociedades de atención primaria, por su parte, deberán seguir actuando basándose en parámetros de población y no de actividad, pero también podrán ofrecer servicios a empresas públicas y privadas. El objetivo, según el documento, es lograr la autonomía financiera de todas estas sociedades. Es decir, que "logren superávit" y, a partir del segundo año de funcionamiento de la nueva estructura, puedan "caminar solas" para tener más ingresos y menos gastos.
Ayer el ICS negó que se plantee abrir la empresa al capital privado y recordó que la Ley 8/2007, que el informe propone modificar, establece que la corporación debe ser de carácter público. El documento recoge que la empresa matriz del nuevo grupo será totalmente pública, pero las compañías filiales que formarán los hospitales y ambulatorios podrán aliarse con consorcios privados, entre otras vías para obtener capital privado y constituir sociedades anónimas, limitadas o incluso laborales y cooperativas. Estos son los principales puntos del documento:
- Gobernanza. El informe diagnostica que el ICS es "ingobernable" por sus dimensiones, lo cual solo puede resolverse a través de una "descentralización" del organismo. La solución que halla es crear un holding empresarial del que dependan una veintena de sociedades "participadas": la matriz seguirá siendo pública, pero las filiales podrán captar capital privado y pasar a ser mixtas. Ello permitiría una mejor coordinación y participación de los profesionales en las empresas, "en forma incluso accionarial". Se trata de que el ICS pase de ser "una empresa grande a una gran empresa" que rompa con la rigidez y acabe con el exceso de burocracia y centralización, y en definitiva con lo que el documento define como Kontrol.
- Organización. La marca ICS se referirá a la matriz de un holding, con un consejo de administración nombrado directamente por el Gobierno de la Generalitat. A partir de ahí, cada hospital tendrá personalidad jurídica propia y habrá otra docena de sociedades que englobarán entre 15 y 25 centros de atención primaria. Los ambulatorios se distribuirán según criterios territoriales y tendrán su propio consejo de administración. El consejo del ICS podría decidir sobre los presupuestos, objetivos y aspectos generales de las empresas filiales, pero se desvinculará de la gestión diaria de esas compañías.
- Participación de los profesionales. Los profesionales del ICS podrán convertir los centros públicos en sociedades mixtas siguiendo los modelos de autogestión actuales. Para ello, estas empresas público-privadas asumirán servicios que hoy ofrecen centros exclusivamente públicos mediante lo que el informe denomina un contrato programa. A cambio, la filial retribuirá a esa sociedad y le permitirá ofrecer servicios a terceros para ganar eficiencia y tener otros ingresos. Según el documento, los profesionales deberán asumir "riesgo empresarial", de nuevo creando sociedades mixtas para gestionar los ambulatorios. Pasarán a ser, por tanto, copropietarios o accionistas de las filiales del ICS.
- Consorcios con el sector privado. El informe asume que la "atomización" es necesaria para abrir la sanidad pública al capital privado. En concreto, propone alianzas que se materializarían a través de consorcios "con otras unidades públicas o privadas", empresas mixtas -es decir, con capital privado- con otros proveedores sanitarios y la creación de las 20 filiales. Todas ellas estarían dentro del holding ICS.
- Gestión de recursos humanos. Uno de los factores clave para reorganizar la sanidad pública es dinamitar el actual modelo de gestión de los recursos humanos, detalla el informe. Las filiales del ICS deben permitir "adaptar la flexibilidad de contratación a los momentos actuales". Es decir, eliminar la "rigidez actual" generada por una plantilla funcionarial. La reorganización dará más fuerza a los directivos y mandos de cada filial para seleccionar al personal, en detrimento del sistema de oposiciones actual. Los directivos, a su vez, serán nombrados por los consejos de cada filial.
- Reclutar y comunicar. El informe considera "imprescindible" un plan de comunicación que controle cómo vender el nuevo modelo a la sociedad y los profesionales. Las claves para ello son "controlar el mensaje". Para ello, es necesario "encontrar a los mejores portavoces", "contar con los entusiastas" y "reclutar líderes de opinión" para que convenzan a los actores del sector.
EL PAIS