El médico de Michael Jackson, Conrad Murray, administró al cantante diez veces más del sedante lorazepam de lo que dijo a la policía y más cantidad de propofol de lo que que declaró, dijo el jueves un experto mundial en anestesiología durante el juicio al doctor.
"Según los niveles de lorazepam en la sangre de Michael Jackson, no puede ser cierto que Conrad Murray le administrara dos dosis de 2 mg a lo largo de la noche", afirmó el anestesista Steven Shafer, al testificar en el proceso al cardiólogo de 58 años, acusado de homicidio involuntario por la muerte del cantante de una sobredosis de fármacos.
Shafer explicó a través de láminas proyectadas en la Corte Superior de Los Ángeles la velocidad en la que el cuerpo metaboliza el lorazepam. Luego mostró cuánto lorazepam tendría que haber recibido el artista por vía intravenosa para alcanzar los 0,169 miligramos por mililitro que hallaron los forenses en su sangre.
La única forma de que Jackson pudiera tener tal concentración en la sangre es con "10 dosis de 4 mg cada una", administradas entre la medianoche y las 05H00 de la mañana, dijo el especialista, quien tiene un copioso respaldo académico sobre anestesiología y en particular sobre el sedante propofol.
En su declaración a la policía días después de la muerte del "rey del pop" el 25 de junio de 2009, Murray había dicho que administró a Jackson dos dosis de 2 mg de lorazepam para ayudarlo a conciliar el sueño. El cantante sufría de insomnio crónico.
"Si ése fuera el total (de lorazepam) que recibió Michael Jackson, la concentración en su sangre habría sido de 0,025 a 0,03 ml/mg (...) Eso es lo que el forense habría visto", en lugar de los 0,169 ml/mg que reportó el informe de toxicología.
Esa noche Murray suministró a Jackson, además, dos dosis de 2 mg del sedante midazolam, también por vía intravenosa.
Como ninguno de los fármacos surtió efecto para ayudarlo a conciliar el sueño, a las 10H40 de la mañana le inyectó 25 mg de propofol, un potente anestésico, según el testimonio que había dado el médico personal del artista hace dos años y que es ahora uno de los fundamentos de su defensa.
Los abogados de Jackson también afirman que el cantante era adicto a los fármacos y que se administró a sí mismo la sobredosis. Primero argumentaron que había bebido el propofol, pero la semana pasada descartaron esta tesis.
Pero Shafer, el último testigo de la fiscalía, dijo que el cantante recibió más propofol del que dijo Murray.
"Michael Jackson recibió más de 25 miligramos" de propofol", dijo Shafer, quien continuará testificando en la tarde, cuando se espera ofrezca su teoría sobre cuánto anestésico tendría que haber recibido el cantante para alcanzar los 2,6 microgramos por mililitro en la sangre femoral que hallaron los forenses.
Mostrando láminas con varias posibilidaddes de lo que pudo haber ocurrido, Shafer descartó que Jackson se adminitrara a sí mismo la sobredosis de propofol, como afirma la defensa.
En primer lugar, los experimentos en propofol han mostrado que el anestésico no causa ningún efecto cuando es tomado vía oral o rectal, mostró el doctor, refutando la primera tesis -ya descartada- de la defensa.
En segundo lugar, "la gente simplemente no se despierta de la anestesia con la capacidad de darse una inyección", afirmó. Y, según las láminas del doctor Shafer, la sobredosis de propofol tiene que haber ocurrido en múltiples dosis, y no en una sola, por lo que es imposible que Jackson pudiera hacerlo por sí mismo.
El miércoles, Shafer acusó a Murray de actuar como "un empleado" al obedecer al cantante dándole el sedante que éste le pedía y dijo que cometió "violaciones atroces" a su profesión.
Murray enfrenta cuatro años de prisión y la pérdida definitiva de su licencia profesional si es hallado culpable.
Los testigos de la defensa comenzarán a comparecer a partir del viernes.
AFP