Lo Último

.

.

viernes, 21 de octubre de 2011

Mike & Molly y el hilarante camino al altar

La primera temporada de Mike y Molly terminó con la pedida de mano de Molly. Mike frente a un salón repleto de niños, le pidió a su dulce novia que se casara con ella y todos nos quedamos con la miel en los labios por ver más de estos dos enamorados de peso.

En la segunda temporada Mike y Molly volverán a hacernos reír con sus ocurrencias y el largo camino que recorrerán hasta llegar al altar. El primer capítulo es solo una muestra de la reacción de Mike hacia el compromiso.

Si bien Mike ama a Molly, no le gustan para nada los cambios y mientras ella está ilusionada con el tema de la boda, él todavía no se acostumbra a la idea de casarse. Mike no quiere que nada cambie, quiere que su relación siga siendo la misma pero con el anillo en el dedo, Molly no lo ve así.

Mike y sus amigos quieren ir a pescar y Molly le pide que mientras esté en su viaje vaya a ver un local para la recepción que queda muy cerca del lago, a lo que Mike se niega generando un problema en la pareja.

Vince, el novio de la mamá de Molly, trata de hacer entrar en razón a Mike diciéndole que tiene que participar más en el tema de la boda y que acepte que con el compromiso todo está cambiando. En tanto, Molly está comiéndose el refrigerador de lo molesta que está con Mike, por lo que su madre decide llevarla a una clase de yoga. El resto es para morir de la risa.

Esta serie es una de mis favoritas y pese a los comentarios iniciales e incluso hirientes de alguna prensa estadounidense (Marie Claire dijo que era asqueroso ver a dos gordos besándose, asquerosa tu revista #digonomás), se ha consolidado como una de las apuestas más fuertes de la televisión norteamericana.
 
RPP