Miles de personas peregrinaron hoy hacia el National Mall de Washington para asistir a la ceremonia de inauguración del monumento a Martin Luther King, en la que el presidente de EE.UU., Barack Obama, recordó que la vida del activista mostró "que el cambio es posible si no nos rendimos".
Sin las "gloriosas palabras" del famoso discurso "I have a dream" (Tengo un sueño), que King pronunció durante la "Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad" en 1963, "quizá no hubiéramos tenido el coraje de llegar tan lejos", subrayó el presidente.
King, que fue uno de los principales activistas a favor de los derechos humanos y de los negros, es de algún modo la "estrella polar" del presidente de EE.UU., que siempre se ha referido a él como un maestro y ejemplo a seguir.
Tras más de quince años de proyecto, y con un mes de retraso a causa de las inclemencias del huracán "Irene", que azotó la costa este de EE.UU. a finales de agosto, hoy cantantes, poetas, activistas pro derechos civiles y otras personalidades han rendido homenaje a uno de los iconos estadounidenses que más trabajaron por la libertad.
"Tenemos derecho a disfrutar de este progreso lento pero seguro, un progreso que se expresa de un millón de maneras: a lo largo de esta nación, grandes y pequeños, gente de todos los colores y credos, tenemos que vivir juntos y trabajar juntos, y luchar los unos junto a los otros, aprender y construir juntos, y amarnos unos a otros", dijo Obama.
El presidente, que paseó con su esposa, Michelle, y sus hijas, Malia y Sasha, por el nuevo monumento mientras la multitud asistía a la celebración en los jardines del National Mall, insistió en que ante la situación económica actual no se puede "desfallecer" y apuntó que King tuvo que enfrentarse a muchas más dificultades para lograr su sueño, que hoy ya es realidad.
"Hay que sacar fuerza de la lucha del Dr. King, inspirarnos en su constante insistencia en la unión del hombre, creer en sus palabras cuando decía que estamos atrapados en una red ineludible de reciprocidad, atados en una sola prenda del destino", agregó el presidente estadounidense.
Obama, el primer presidente negro de EE.UU., es un ferviente admirador de King (1929-1968), de quien tiene un busto en el Despacho Oval y al que cita con frecuencia en sus discursos.
Ya le rindió homenaje en los días de su investidura, en enero de 2009, cuando instituyó jornadas de voluntariado social en memoria del líder asesinado, cuyos familiares estuvieron también en la ceremonia de hoy, animada por la voz de Aretha Franklin.
Al recibir el premio Nobel de la Paz en 2009, Obama también se inspiró para su discurso de aceptación en la vida de King, quien logró ese galardón en 1964, y en los principios que defendió hasta su asesinato.
El monumento a King se erige como una enorme roca de nueve metros de alto, de donde sale el perfil del activista, como si hubiera arrancado de ésta la mole denominada "Piedra de la Esperanza", cobrando vida.
Los valores que legó se ven rodeados de árboles y agua, y son transmitidos a través de la inscripción de catorce de sus frases más célebres.
Para Obama, King es una figura heroica cuya fe en el progreso humano, como citó en aquel discurso en Estocolmo al recibir el Nobel, "debe de ser la estrella polar que nos guíe en nuestro camino".
Hoy, rodeado de miles de ciudadanos, el presidente de Estados Unidos ha vuelto a homenajearle, esta vez con un monumento que lo recordará "para siempre".
"Así, con los ojos puestos en el horizonte y nuestra fe firmemente puesta en los otros, vamos a seguir luchando, vamos a seguir subiendo hacia esa tierra prometida de una nación y un mundo más y más justos, más equitativos para todos los hijos de Dios", concluyó Obama.
EFE