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domingo, 20 de noviembre de 2011

MUD: “El Gobierno intenta ignorar a un país que busca un futuro y que la Unidad es su portador”

La Mesa de la Unidad Democrática rechazó que el Gobierno adelante entre los militares una “campañita sucia” contra la Unidad, debido a que consideró que la mayoría de ellos, “como todo el país”, quiere un cambio.

“La desesperación es mala consejera. Ni el país ni los militares, cuya determinante mayoría actúa en términos constitucionales, comen casquillo. Que el país vea, compare y concluya en dónde está la estabilidad y el cambio: en precandidatos que recorren el país y exponen sus ideas, o en grupos violentos que atacan a tiros a una pre candidata de la Unidad, como ocurrió el día sábado 12 de noviembre en la parroquia 23 de Enero”, señaló la Unidad en un comunicado

Por otro lado, el comunicado reseña que “no hay violencia que pueda con la paz. No hay rumor ni laboratorio de propaganda que pueda con el compromiso constitucional de la Unidad hacia el país y hacia la Fanb”, acotaron, al tiempo que indicaron que el Gobierno nota que las encuestas se mueven, a medida que la Unidad y sus rostros ganan más espacios: “El Gobierno intenta ignorar a un país que busca un futuro y que la Unidad es portador de ese futuro para vivir, mejorar, y progresar en paz“.

Denunciaron además que “laboratorios de propaganda del Gobierno” comuniquen al mundo militar la mentira de que la Unidad tomará represalias cuando sea gobierno, a partir del 13 de enero de 2013.

“Sabemos que andan diciendo eso en unidades militares. Reiteramos a los militares profesionales que el eje de nuestro programa es el cumplimiento del artículo 328 de la Constitución”, aseguraron.

Para finalizar, la Unidad exhortó al Gobierno a desarmar a los grupos violentos, en vez de sembrar rumores “que están condenados al fracaso entre los militares”.

Lea el documento a continuación:

El Gobierno debe desarmar a los grupos violentos en vez de sembrar rumores entre militares

Anda el Gobierno con una campañita sucia contra la Unidad entre los militares, cuya mayoría, como todo el país, quiere un cambio.

La desesperación es mala consejera. Ni el país ni los militares, cuya determinante mayoría actúa en términos constitucionales, comen casquillo. Que el país vea, compare y concluya en dónde está la estabilidad y el cambio: en pre candidatos que recorren el país y exponen sus ideas, o en grupos violentos que atacan a tiros a una pre candidata de la Unidad, como ocurrió el día sábado 12 de noviembre en la parroquia 23 de Enero. Esta popular parroquia de Caracas también quiere vivir y progresar en paz. Rechaza la violencia de grupos amparados por el Gobierno. No hay violencia que pueda con la paz. No hay rumor ni laboratorio de propaganda que pueda con el compromiso constitucional de la Unidad hacia el país y hacia la FAN.

Durante los últimos días, el país es testigo de actividades con contenido democrático que comunican certeza, seguridad, capacidad, y autoridad. La sociedad observó y ve cómo los precandidatos de la Unidad inscribieron sus candidaturas para la gran primaria popular del 12 de febrero, cómo esos pre candidatos respondieron las preguntas de los periodistas, en un ambiente abierto, sin presencia de censores y sin tener insultos como respuesta. Venezuela ve cómo los cinco pre candidatos recorren el país, en actividades, presentando sus ideas, sus propuestas, en actos cara a cara. Mientras el Gobierno hace actos en sitios cerrados, los pre candidatos de la Unidad recorren calles, y hacen actos multitudinarios. El Gobierno es pasado. Es burocracia gastada. Es tristeza de los jerarcas. La Unidad es futuro. Es calor de pueblo. Es alegría en las calles.

La cúpula del Gobierno lo nota y observa que las encuestas se mueven. El futuro se fortalece. La Unidad y sus rostros ganan más espacios. El Gobierno intenta ignorar a un país que busca un futuro y que la Unidad es portador de ese futuro para vivir, mejorar, y progresar en paz.

El Presidente de la República regresa con las amenazas y halagos de siempre. Regresan los rumores de reuniones de integrantes de la camarilla militar de favoritos políticos en el seno de la institución para ‘analizar la situación’ y los laboratorios de propaganda del gobierno buscan comunicar al mundo militar la mentira de que la Unidad tomará represalias cuando sea gobierno, a partir del 13 de enero de 2013. Sabemos que andan diciendo eso en unidades militares.

Reiteramos a los militares profesionales que el eje de nuestro programa es el cumplimiento del artículo 328 de la Constitución. Lo hemos dicho muchas veces: no queremos que la vía para ascender sea adular o gritar consignas políticas. Queremos que las vías para el ascenso militar sean la preparación y la lealtad constitucional. Queremos militares profesionales, no comisarios políticos. Queremos un sistema de seguridad social integral para la inclusión de la FAN y sus familias, no promesas que ya tienen 13 años. Queremos una Fanb al servicio de todo el pueblo, no al servicio de una persona o una ideología.

Los militares honestos y respetuosos de la Constitución no tienen nada que temer. El país valora ese comportamiento ante los intentos de desprofesionalizar a la Fanb y convertirla en un aparato represivo al servicio del gobierno y de una camarilla militar. En la Fanb también se quiere un cambio, que respete la Constitución y originado en el voto popular, como ocurrirá el 7 de octubre de 2012. Otros llamados están condenados a fracasar por la convicción democrática del pueblo, y el perfil institucional y democrático de la Fanb.

En vez de sembrar rumores que están condenados al fracaso entre los militares, el Gobierno debe dedicarse a desarmar a los grupos violentos que amenazan el deseo del pueblo de ver a los pre candidatos de la Unidad, de hablar con ellos, de conocer sus propuestas, de intercambiar cara a cara. El país está claro. La Fanb está clara. Venezuela quiere Unidad. Es en el Gobierno en donde reina la confusión y la desesperación ante los aires de cambio que se manifiestan en el país, y que traerán un gobierno comprometido con la estabilidad y el cambio, que solo la Unidad garantiza