La fantasía de Papa Noel tiene un
origen y aunque no lo crea existió hace muchos siglos. San Nicolás de
Bari fue un hombre santo del siglo IV quien en vida fue obispo de
Turquía y que según la tradición, regalaba sus bienes a los
pobres, en especial a los niños.
Esta historia verídica ha ido
transformándose hasta convertirse en lo que hoy es Papá Noel. Muchos se
preguntan, ¿es bueno que los niños crean en este personaje que carga con su saco
de regalos? Para la psicóloga Lupe Maestre, “es un elemento más de
fantasía e ilusión y no termina siendo un problema”.
“En la infancia los niños van a
tener un mundo de fantasías con personajes mágicos imaginarios, que forman parte
su niñez. Los niños van dándose cuenta a lo largo de su desarrollo lo que es el
mundo imaginario y el mundo real”, explicó Maestre.
Sin embargo, recomendó que
la figura de Papá Noel no esté en el centro de la Navidad que debería
ser la familia. “Que Papá Noel sea algo importante, pero secundario”,
señaló la también conductora del programa Confidencias de RPP Noticias.
El lugar que ocupe este
personaje “dependerá de los principios y valores de cada familia. Papá
Noel tal vez podrá traer al niño alguna cosita, pero también es bueno
preguntarle al niño si quisiera que papá y mamá le traigan algo, o también
llevarle un presente a la abuelita o algún familiar”, indicó.
A los ocho o nueve años los niños
descubren la verdad sobre Papá Noel. Pero hay algunos que desde los cinco años
ya no creen en él. Por ello, advirtió que "cuando pregunten por él, les
diremos que no existe como el gordito panzón que viene trayéndote cosas, y tal
vez sea el momento de contarles quién es San Nicolás”.
“Se puede hablar de San Nicolás,
qué significa y cuál era su obra. Pero a un niño de 4 o 5 años no le va
a dar tanta importancia sino el personaje mágico o mítico que es majestuoso y
que un día va a llegar cuando duerme y le trae algo soñado. Conforme se hacen
más grandes es importante resaltar el tema ético y moral”, dijo.
Finalmente, Maestre reflexionó
acerca del mercantilismo y consumismo en época de Navidad. “Es mejor que
Papá Noel traiga un regalito, pero no la escalada compulsiva en que la que los
adultos entramos. Quien se siente en la obligación de consumir y
comparar es el adulto y no el niño”, puntualizó.
EFE