El presidente del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy, afirmó hoy ante el Parlamento Europeo que la UE no tuvo otra alternativa
que el acuerdo alcanzado sin el Reino Unido para un reforzar la disciplina
fiscal y atajar la crisis de la deuda soberana que vive la zona euro.
"No
hubo otra alternativa que un tratado a 17 -los socios del euro- abierto a los
demás", señaló en un debate ante el pleno del Parlamento para explicar los
resultados de la cumbre de la Unión Europea (UE) del jueves y el viernes
pasados.
Van Rompuy consideró un momento de "responsabilidad y
solidaridad" el respaldo al acuerdo de los socios europeos que no forman parte
del euro y destacó el de aquellos países que gozan del derecho de no participar
en el euro -como Dinamarca, aunque no mencionó al país
directamente-.
Además de Dinamarca, sólo el Reino Unido goza de esta
excepción, ya que el resto de los países de la UE al firmar su adhesión se
comprometieron también a encaminarse hacia la adopción de la divisa única en el
futuro.
"El interés europeo debe ser nuestro único criterio", recalcó Van
Rompuy y reconoció que un tratado intergubernamental no fue la primera
preferencia, pero aseguró que servirá para hacer obligatorio el pacto fiscal,
según el cual los países deberán incluir en sus constituciones un límite al
déficit estructural anual del 0,5 % del Producto Interior Bruto
(PIB).
"Pido a todo el mundo que sea constructivo y tenga en mente lo que
nos jugamos. Nuestro objetivo es reforzar la disciplina fiscal y la coordinación
económica", enfatizó.
Van Rompuy subrayó que el tratado gubernamental
debe ser negociado con urgencia y esperó que pueda estar listo en
marzo.
"Soy optimista, 26 líderes han manifestado su interés en este
proceso y reconocen que el euro es un bien común. A principios de marzo como
tarde se firmará este pacto fiscal", sostuvo y precisó que "el objetivo sigue
siendo incorporarlo en los tratados europeos lo antes posible".
El líder
del Consejo Europeo admitió que la confianza en el euro "no puede ser restaurada
de la noche a la mañana" y señaló que se trata de "un camino largo", pero
aseguró que el Consejo Europeo de los días 8 y 9 de diciembre "es una pieza en
ese camino".
Recordó también que entre las medidas acordadas en la cumbre
figuran el aumento de los recursos del Fondo Monetario Internacional con 200.000
millones de euros en préstamos bilaterales.
También hubo consenso sobre
la necesidad de reforzar los cortafuegos de la UE contra la crisis, por eso se
adelantará el fondo permanente de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad
(MEDE), a julio de 2012 y se combinará durante un año con el temporal, el Fondo
Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
La toma de decisiones en los
procesos por déficit excesivo es otra de las cuestiones que se quiere revisar
para hacerlo más automático.
Van Rompuy sostuvo que "hubo un amplio
consenso sobre la sustancia" y también sobre que estos compromisos deben ser
vinculantes, pero reconoció que el problema fue de forma, lo que complica la
materialización de las medidas.
El presidente de la Comisión Europea,
José Manuel Durao Barroso, quien también participó en el debate, destacó, por su
parte, que las nuevas medidas acordadas por los líderes europeos no van
dirigidas a sustituir a ninguna institución, sino a "construir sobre
ellas".
Barroso incidió asimismo en que el acuerdo es importante no sólo
para recuperar la confianza de los mercados, sino también de los propios
ciudadanos de la UE.
EFE