Las negociaciones sobre la deuda griega van llegando a su fin. El representante de la banca internacional, Charles Dallara, dijo ayer que ha presentado una propuesta "máxima" al Gobierno griego sobre lo que los acreedores de Atenas estarían dispuestos a aceptar como quita "voluntaria". "Estoy seguro es de que nuestra oferta, presentada al primer ministro, es la oferta máxima coherente con un acuerdo voluntario", dijo el director del Instituto de Finanzas internacionales.
Dallara añadió que a partir de ahora serán la UE y el FMI los que deben decidir sobre la deuda griega. "Estamos en una encrucijada y yo estoy esperanzado", había dicho poco antes. Atenas espera eliminar 100.000 millones del total de 350.000 millones de euros que debe para evitar la quiebra. Se espera que la quita ronde el 65% o 70%, según fuentes cercanas a las negociaciones.
El segundo rescate acordado en octubre para Grecia incluía la quita de la mitad de la deuda del país en manos privadas (una reducción nominal del 50% sobre 206.000 millones) y una inyección de 130.000 millones por parte de Europa y el FMI con el fin de reducir el peso del pasivo del Estado del 162% del producto interior bruto (PIB) actual al 120% en 2020, un nivel que se considera sostenible.
Para llevar a cabo la quita, los títulos de deuda ya emitidos se sustituirán por otros nuevos a 30 años y un tipo de interés que ha supuesto uno de los puntos más calientes de las negociaciones. Sin la participación de los bancos, no se activa el resto de rescate y la fecha límite es el 20 de marzo, cuando a Atenas le vence una deuda de 14.500 millones.
Este tema será debatido en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro. Resolver el problema y cerrar el canje de bonos es clave para que Atenas pueda afrontar el pago de su deuda de forma sostenible y evitar una suspensión de pagos caótica que podría poner en peligro a todo el bloque monetario.
Un funcionario del Eurogrupo ha avanzado a Reuters el orden del día. "Vamos a escuchar el informe sobre las negociaciones, ver hasta dónde han llegado y que los ministros digan qué es aceptable y qué no lo es en términos de resultado de las negociaciones", ha asegurado.
Por otra parte, la revista alemana Der Spiegel adelantó ayer que el primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente del BCE, Mario Draghi, quieren duplicar, hasta el billón de euros, la capacidad del fondo de rescate permanente europeo, el llamado Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE).
Los dos italianos -al parecer con el apoyo de Francia, España y Portugal- consideran que esta medida, a la que se opone Alemania, devolvería la confianza en la UE y reduciría las primas de riesgo de los bonos soberanos. Draghi ha propuesto, según la publicación, que el MEDE, que empezará a funcionar a mediados de este año, incluya los recursos financieros que no se hayan consumido del fondo de rescate temporal, el Fondo Europeo de Estabilización Financiera.
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