Al menos 50 personas resultaron muertas y 675 heridas, unas 200 de gravedad, en el accidente ferroviario que sacudió este miércoles Argentina y cuyas causas continúan sin determinarse, según los últimos datos oficiales.
Las cifras fueron confirmadas por Claudio Ayruj, subsecretario de Derechos Humanos del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, quien admitió que aún no han sido identificadas todas las víctimas.
El accidente se produjo a las 08.30 hora local (11.30 GMT), cuando un tren procedente de la localidad bonaerense de Moreno no pudo frenar y se estrelló contra un andén en la estación de Once, una de las tres más importantes y concurridas de Buenos Aires.
El convoy, compuesto por ocho vagones, estaba abarrotado, con unos 1.500 pasajeros, en su mayoría trabajadores que se dirigían a sus empleos en Buenos Aires.
Más de 15 horas después del siniestro, decenas de personas continúan tratando de localizar a familiares y amigos que viajaban en el tren accidentado y cuyo paradero se desconoce.
Dirigentes sindicales han denunciado que el tren tenía entre 40 y 50 años de antigüedad y había permanecido durante dos meses parado por problemas mecánicos.
El Gobierno de Cristina Fernández, que decretó dos días de duelo nacional y suspendió los festejos por el carnaval previstos para el próximo fin de semana, anunció que desarrollará una investigación en profundidad.
Fernández expresó en un comunicado su "profundo pesar" por la tragedia y envió sus "condolencias" a los familiares de las víctimas.
El secretario argentino de Transporte, Juan Pablo Schiavi, admitió que los dos primeros vagones -los más afectados por el impacto- estaban saturados, lo que provocó que el accidente "tomara el ribete de una tragedia de muchísima gravedad".
"El tren entró a una velocidad habitual. Ahí está la parte del accidente, la incógnita o la responsabilidad. No sabemos qué ocurrió en los últimos 40 metros. El conductor estaba en su puesto y el tren no paró", dijo el funcionario en rueda de prensa.
Más de un centenar de ambulancias y dos helicópteros participaron en las tareas de rescate para evacuar a los heridos a distintos hospitales de la ciudad.
Los equipos de rescate trabajaron durante más de cuatro horas en la estación y tuvieron que cortar los techos de los vagones para evacuar a las víctimas.
Testigos del accidente han relatado que, como es habitual en los trenes de cercanías que utilizan cada día decenas de miles de trabajadores para llegar a Buenos Aires, varios vagones tenían las puertas abiertas.
EFE