Bancarrota de Grecia arrastraría a Italia y España, advierten los bancos
Un "default" de Grecia llevaría al hundimiento de Italia y España, a la desestabilización de la Unión Europea y de los bancos y a una profunda recesión en la zona euro, advierte la organización bancaria internacional que describe un escenario aterrador.
En un informe difundido el martes, elaborado a mediados de febrero antes de la firma del segundo plan de rescate a Grecia, los banqueros que negociaron el acuerdo de reestructuración y quita de la deuda griega, advierten de las consecuencias en caso de bancarrota del país.
Una posibilidad que todavía no se ha descartado definitivamente. La comunidad bancaria tiene de plazo hasta el jueves a las 20H00 GMT para pronunciarse sobre uno de los puntos claves del plan de rescate: la condonación de 107.000 millones de los 350.000 millones de euros de la deuda griega.
Los bancos y los fondos privados tenedores de títulos soberanos de derecho griego tendrán que decir si participan o no en la operación de canje de deuda. Si participan menos del 75% de los acreedores privados, el proyecto será abandonado y Grecia se declarará en bancarrota ya que no podrá devolver el 20 de marzo los 14.400 millones que vencen ese día.
En ese caso, las consecuencas serían "mucho más graves que la bancarrota del banco estadounidense Lehman Brothers", cuyo desmoronamiento activó la crisis mundial en 2008 y la desestabilización de los mercados financieros, alertan los banqueros.
El coste global de un acontecimiento de crédito superaría el billón de euros, según ellos.
Los primeros afectados en caso de la bancarrota de Grecia serían el Banco Central Europeo (BCE), eslabón indispensable para el funcionamiento de la zona euro, y de rebote la Unión Europea en su conjunto.
"Este choque financiero sobre el BCE amenaza con sacudir los fundamentos de la Unión Monetaria", previenen los acreedores privados que vaticinan que la institución de Fráncfort tendrá que inyectar más liquidez a los mercados financieros para estabilizarlos, lo que agravará su capacidad de intervención en otros sectores.
En cuanto al futuro de Grecia, la cuestión es delicada, reconocen. "Parece difícil imaginar que Grecia seguirá siendo un miembro funcional de la zona euro en caso de default desordenado", indica el informe.
Otras víctimas de un default de Grecia serían Irlanda y los países debilitados del sur de Europa. "El contagio se va a acelerar en particular a Portugal (...) y después rápidamente a Irlanda, Italia y España", señala el informe.
La bancarrota de un país dejará de ser tabú y los inversores van a integrar un escenario así, lo que hará crecer la desconfianza a la hora de prestar dinero a los países más débiles. En consecuencia, el rendimiento del dinero va a aumentar, lo que será un lastre para el crecimiento de estos países.
Estrangulado por las políticas de austeridad, el poder de compra de las poblaciones se va a reducir, los intercambios comerciales van a disminuir, "lo que va a afectar a las economías de la mitad norte de la zona euro", prosigue el documento.
En una reacción en cadena, la producción industrial en los países del norte de Europa va a reducirse y las "consecuencias serán significativas para los ingresos fiscales y el empleo", agrega el informe.
Como consecuencia, la economía del conjunto de la zona euro va a sufrir. "Cada punto perdido de Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro como consecuencia de la quiebra griega, va a representar una falta de ingresos de 100.000 millones de euros por año para la zona", advierte el informe.
Los bancos también se verán afectados y tendrán que ser recapitalizados con unos 160.000 millones de euros, según el informe. Los Estados tendrían que contribuir a satisfacer estas necesidades financieras o los bancos obligados a reducir sus balances con todas las consecuencias que conllevará para la financiación de las economías nacionales.
AFP