AVN.- Tanto la Comisión como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), son organismos dependientes de Estados Unidos que históricamente se han dedicado a defender los intereses de los sectores capitalistas y, al mismo tiempo, atacan a los gobiernos democráticos progresistas que adversan la postura norteamericana.
Así lo explicó este domingo Luis Britto García en un articulo de opinión publicado en el diario Últimas Noticias, donde cuestiona a ambas instancias internacionales y pone en evidencia como son organismos que obedecen a los lineamientos estadounidenses, terroristas, empresarios y transnacionales.
“La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos son organismos que dependen de la Organización de Estados Americanos (OEA), ente con sede en Washington dedicado a validar las políticas de Estados Unidos, que paga casi la totalidad de su presupuesto(…) son eficaces sólo para defender los derechos del capital”, comentó.
En este sentido, Britto recordó varios ejemplos de la actuación imparcial que ha tenido Cidh sobre defensa de derechos humanos. “Nunca se pronunció contra la dictadura de los Somoza, pero sí condenó la Revolución Sandinista (Nicaragua). Cuando el presidente Chávez fue secuestrado por golpistas fascistas, la comisión no movió un dedo para expedir una medida cautelar a su favor, a pesar que se lo exigió la organización colombiana Minga”.
“Nada hizo cuando el presidente Manuel Zelaya (Honduras) fue secuestrado. Cuando el presidente Rafael Correa (Ecuador) fue secuestrado y balaceado por fascistas golpistas, tampoco movió un dedo. Cuando Correa ganó una demanda contra monopolios comunicacionales que lo calumniaron, allí sí salió la Comisión a pedir que los perdonara”, agregó.
Britto García dijo que si los derechos humanos son violados por “un empresario, un terrateniente, un banquero o una transnacional, se cruzan de brazos. Tampoco se ocupan del derecho al trabajo, a la tierra, al agua, a la educación, a la salud, a la seguridad social, a la cultura, a todo lo que hace la vida digna y posible”.
Recalcó que la CIDH ha demostrado además su parcialidad con los intereses capitalistas, al ser organismos que amparan la actuación de terroristas.
“Durante las décadas horribles de la Cuarta República, cuando había masacres, campos de concentración, torturas, miles de desaparecidos y suspensiones de garantías que duraban años, la Comisión procesó sólo seis denuncias, una de ellas interpuesta por el terrorista Orlando Bosch y otra por el terrorista (Luis) Posada Carriles”, recordó.
En cambio, en la actualidad, durante la primera década del Gobierno Nacional, cuando esas prácticas terroristas desaparecieron del país, “la Comisión procesa 66 denuncias contra Venezuela“.
Britto destacó que Venezuela no se quedaría aislada al salir de la CIDH, y recordó que “ni Estados Unidos ni Canadá se han sometido jamás a su Comisión ni a su Corte Interamericana”.