Una secta islamista de casi setenta miembros, llevaba aproximadamente una década viviendo en un búnker subterráneo, donde ocultaban 27 niños, el más pequeño de 18 meses.
Autoridades detallaron que muchos de los infantes nacieron bajo tierra y nunca habían visto la luz del sol hasta que la fiscalía descubrió su escondite el 1 de agosto y los remitió a revisiones médicas. Una chica de 17 años resultó estar embarazada.
El grupo, conocido como la secta “fayzarahmanista”, recibe el nombre de su organizador Fayzrahman Satarov, de 83 años y que se describió a sí mismo como a un profeta y a su casa como un estado islámico independiente, según un informe de la cadena estatal de televisión Vesti.
La mayoría de los miembros, eran obligados a leer sus manuscritos y tenían prohibido salir del búnker subterráneo de ocho plantas que se había excavado en el sótano de un edificio.
El fundador de la secta ha sido detenido y acusado de negligencia, y los padres de los niños también han sido arrestados.
Con información de BBC Mundo