Al menos cincuenta personas han muerto y más de 160 han resultado heridas en el seísmo de 5,7 grados y su serie de réplicas que sacudieron hoy las provincias de Yunnan y Guizhou, en el suroeste de China, y que han obligado a evacuar al menos a 100.000 personas y hace temer que aumente el número de víctimas.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, se ha desplazado ya a la zona afectada, según informó la televisión oficial china, CCTV.
A medida que progresan las tareas de rescate y los equipos de salvamento llegan a zonas más remotas aumenta el número de fallecidos en el desastre.
Según ha indicado el Ayuntamiento de la ciudad de Zhaotong, en Yunnan, en las cercanías del epicentro del seísmo, el desastre natural ha afectado a 24 localidades en la zona.
Se trata de un área con una densidad de población relativamente alta, lo que ha contribuido a aumentar el número de víctimas.
Según el Ayuntamiento de Zhaotong, la mayoría de fallecidos, un total de 49, se ha producido en lalocalidad de Yiliang, cerca de Luozehe, donde se detectó el epicentro del terremoto. Otra persona falleció en Zhaotong.
Más de 20.000 familias han perdido sus hogares, derrumbados por los temblores de tierra, mientras que más de 100.000 personas han sido evacuadas tan sólo en Yunnan, según los primeros cálculos.
El Departamento de Asuntos Sociales de la provincia ha comenzado a enviar ya asistencia de socorro a la zona afectada por los desastres, incluidas miles de tiendas de campaña, mantas y abrigos para los afectados.
El terremoto se registró pasadas las 11.00 hora local en la zona fronteriza entre las provincias de Yunnan y Guizhou (suroeste), en concreto en los condados de Yiliang (Yunnan) y Weining (Guizhou), según datos del Centro de Control de Terremotos de China.
El seísmo, cuyo epicentro se ubicó a unos 15 kilómetros del centro de Yiliang y tuvo una profundidad de 14 kilómetros, fue seguido de hasta 16 réplicas.
En Guizhou, de momento, sólo se han reportado daños materiales pero ninguna víctima mortal.
Las autoridades, no obstante, calculan que el número de afectados de ambas provincias asciende a 700.000.
Según declaró el alcalde de la aldea de Luozehe, Li Fuchun, a la agencia de noticias oficial Xinhua, "lo más difícil ahora para las tareas de rescate es el llegar".
"Las carreteras están bloqueadas y los equipos de rescate deben escalar las montañas para llegar a las poblaciones más afectadas", agregó, antes de indicar que será imposible avanzar una cifra aproximada de muertos hasta que los equipos de salvamento no hayan llegado a las aldeas más afectadas.
El oeste de China es una zona con frecuente actividad sísmica. En 2010, un temblor de 7,1 grados en la provincia de Qinghai (centro oeste) dejó un saldo de 300 muertos y más de 8.000 heridos.
En 2003, un terremoto de una magnitud similar al de hoy dejó cuatro muertos y 594 heridos en el condado de Ludian, vecino a Zhaotong.
Fue en esta misma zona pero en la provincia de Sichuan donde se registró en 2008 el terremoto más grave en más de tres décadas en China, que causó 88.000 fallecidos y desaparecidos.
Entonces, buena parte del número de muertos se achacó a la escasa calidad de las construcciones, incluidas las escuelas públicas.
En declaraciones a Xinhua, el director de la Oficina Sismológica de Yunnan, Huangfu Gang, indicó que el área afectada cuenta con una densidad de población de cerca de 205 personas por kilómetro cuadrado, casi el doble de la media de la provincia, lo que ha contribuido a aumentar el número de víctimas.
El experto indicó asimismo que las edificaciones en la zona, un área relativamente pobre, no estaban construidas para resistir un sismo de esta naturaleza.
EFE