Desde el inicio de la campaña, Henrique Capriles ha tenido un objetivo claro: movilizar gente; y al parecer se le da bien. Sea en lugares recónditos o en grandes ciudades; en estados “opositores” y “oficialistas”, el candidato de oposición ha logrado llenar los espacios de sus largas horas de caminata con gente que lo llora, lo aplude, lo quiere y lo apoya.
La carrera a Miraflores comenzaba para Capriles en Santa Elena de Uairén, uno de los límites del país; un lugar abrazado por la majestuosidad del paisaje más puro venezolano, pero que dejaba de lado las largas filas de gente que podía haber arrastrado de haber iniciado en una gran ciudad. Pero la confusión que a muchos le produjo esta decisión se disipó rápido, pues con esto se develaba la forma de actuar de un candidato que ha vivido el crecimiento de una oposición que cometió muchos errores.
Y es tal vez el aprendizaje y la experiencia de un pasado no muy lejano lo que llevó a que “el flaco” decidiera ver cara a cara a la gente que quiere llamar a votar por él. “Yo amo a la gente; si no lo hiciera no estaría en esto”, dijo una vez el candidato sentado en la van que lo llevaba pueblo a pueblo a Noticias24 en unaentrevista exclusiva, en un momento de mucha sinceridad, una de las primeras veces que pudo dejar al descubierto el hombre y no el candidato.
Y es que pueblo a pueblo, Capriles ejecuta su estrategia electoral de manera precisa, pues es justamente esto lo que la oposición perdió durante años: la calle. La organización y forma de trabajar es rápida, ya que las redes comienzan desde los comandos regionales hasta el comando central. Y la gente se organiza, sale, marcha, corre y lucha por tomarse una fotografía con él, algo que va mucho más allá de un simple fanatismo, porque lo que buscan es un registro gráfico con el hombre en el que depositaron sus esperanzas después de tanto tiempo.
Su plan de Gobierno se ha explicado distendido entre sus recorridos, porque según dijo,la intención es llevarlo en persona a las puertas de los hogares venezolanos, sobretodo aquellas que hace tiempo no son tocadas por gente de la política y que a veces se puede pensar que están incluso olvidadas por todos. Y la respuesta se ve en cada punto que toca: las personas agradecen que haya estado ahí, aunque sea para manifestarse en contra, Capriles ha logrado devolver una campaña activa a una oposición que parecía dormida y que despertó en un momento clave para dejar constancia, como dicen algunos carteles de que “por aquí pasó Henrique Capriles, Presidente”.
El 7 de octubre se perfila como el fin último de una campaña que deja tras de sí cientos de noticias, miles de historias y millones de venezolanos que esperan el desenlace definitivo. Para Capriles la calle es y será la única forma de lograr una identificación con quien decide, aunque después de haber recorrido casi tres veces el país, posiblemente, signifique mucho más.