(dpa) – El circuito paralímpico construido en Brands Hatch tiene un aire a Fórmula 1, y no sólo por la presencia de Alessandro Zanardi. Las sillas de ruedas en las que el italiano ganó sus medallas de oro en Londres 2012 parecen más cerca del automovilismo que del ciclismo.
El habitáculo en el que se sienta el ex piloto de Fórmula 1, al que le fueron amputadas las piernas, podría ser la parte delantera de un bólido de carreras.
El vehículo de Zanardi es reflejo de un fenómeno de los Juegos Paralímpicos:además de ser una cita en la que se miden las fuerzas de los atletas, también es un lugar en el que compiten las mejores tecnologías, que parecen tan importantes para el éxito como el propio entrenamiento.
Poco antes de ganar el oro en los 100 metros, el alemán Heinrich Popow fue acusado por su compatriota Wojtek Czyz de “doping tecnológico” por haber tenido acceso a una prótesis de rodilla exclusiva del fabricante Ottobock.
“Me entra por un oído y me sale por el otro”, dijo el campeón en la prueba de amputados por encima de la rodilla. “Muchos me sonreían al ver cuánto atornillaba y desatornillaba en mi prótesis”, había contado unos días antes tras lograr el tercer puesto en los 200 metros.
El largo de las prótesis fue todo un tema de debate, lanzado por el más célebre de los atletas discapacitados en Londres, Oscar Pistorius. El sudafricano se quejó de la longitud de las prótesis de Alan Oliveira que, según apuntó, le habría valido la victoria en los 200 metros.El atleta había tenido que correr por la poco deseada calle interior, así que decidió ajustar sus pierna artificial. “Si no la hubiese acortado, no hubiese sido bronce”, aseguró.
El Comité Paralímpico Internacional (CPI) evaluó la crítica, pero no consideró que se hubiese infringido ninguna regla, y Pistorius debió disculparse ante el brasileño. Sin embargo, el tema continuó sobre el tapete.
No pocas veces son esos detalles técnicos los que hacen la diferencia. “El deporte de discapacitados se vuelve cada vez más un deporte de alto rendimiento. Cada vez hay más profesionales y cada vez se mejoran más los recursos”, apunta el líder del equipo alemán, Karl Quade.
El impacto que tiene el aspecto técnico en el resultado de los participantes varía de disciplina a disciplina. Zanardi se hizo construir, tras meses de pruebas, un “cockpit” de carbono que encajara justo con la parte final de su tronco.
El estadounidense Jerome Singleton incluso incorporó en el desarrollo de su prótesis de pierna el “knowhow” de la NASA, entidad en la que en algún momento llegó a trabajar.
Si bien los Paralímpicos 2012 ya son muy profesionales y muchos de los atletas son grandes estrellas, este tipo de práctica de deporte está en los inicios de su desarrollo. Y además, sea como fuere la tecnología, lo que cuenta son los deportistas.
Al fin y al cabo, la lanzadora de bala alemana Birgit Kober se llevó el oro gracias a haber entrenado en un predio para perros donde se armó un banco de lanzamiento con cajas de cerveza vacías.