“En este momento no tengo equipo. Somos un equipo sin concentración, sin disponibilidad mental para sufrir. Al descanso he cambiado dos jugadores y quería haber cambiado seis. El fútbol debería permitir más cambios. Cuando tienes pocas cabezas comprometidas y concentradas es complicado“, dijo.
Tras el primer tiempo, Mourinho dejó en el banquillo al alemán Mesut Ozil y al argentino Angel di María, dando entrada al francés Karim Benzema y al croata Luka Modric.
“Hemos tenido el premio merecido para el partido pésimo que hemos jugado“, añadió el técnico portugués.
Por su parte, su compatriota Pepe, defensa central del equipo blanco, quiso lanzar un mensaje más positivo. “Vamos a pelear hasta el final. Es el lema del Madrid El equipo ha trabajado. Ha resultado muy difícil pero falta mucho”, señaló el recio zaguero.