Un juez federal de Nueva York ordenó a Argentina que pague de inmediato bonos incumplidos desde hace una década, en un duro golpe para el país que disparó temores entre inversores a una nueva crisis de deuda.
En un fallo de la noche del miércoles previo a que Estados Unidos iniciara el feriado del Día de Acción de Gracias, el juez de distrito Thomas Griesa rechazó la solicitud de Argentina de mantener su orden previa de frenar los pagos a los inversores que no participaron en dos canjes de deuda soberana impaga.
La decisión judicial obliga a Argentina a pagar hasta el 15 en diciembre unos 1.330 millones de dólares a esos tenedores de bonos. El equipo económico argentino analizaba la medida en contacto con abogados del país, y ningún funcionario ni la oficina de prensa del Ministerio de Economía hicieron comentarios inmediatos.
El juez también ordenó a Argentina informar en los próximos tres días sobre la decisión judicial a las entidades financieras globales que realizan la transferencia de sus pagos de capital e intereses por la deuda reestructurada, que el país viene honrando desde el 2005.
Griesa, en la práctica, levantó una medida de no innovar que protegía a Argentina de que sus pagos de deuda "performing" sean embargados.
"Al Gobierno le queda la apelación al pleno de la cámara de apelaciones, de 13 jueces, y la apelación ante la Corte Suprema. Mientras, la medida de no innovar queda sin efecto, salvo que alguna decisión de la cámara la reinstale o que la Corte Suprema lo ordene. Son escenarios difíciles pero no imposibles", dijo a Reuters el abogado Eugenio Bruno, del Estudio Garrido, que asesora a tenedores de deuda.
La decisión de Griesa es el último desarrollo en la saga legal que ha durado más de diez años y parece estar favoreciendo a los inversores de bonos como NML Capital Ltd -filial de Elliot Management Corp- y Aurelius Capital Management.
Esos fondos, a los que el Gobierno argentino se refiere como "buitres", buscaron durante años cobrar el 100 por ciento de sus tenencias de bonos impagos litigando en tribunales, y se rehusaron a participar en las dos reestructuraciones de deuda incumplida que Argentina llevó a cabo respectivamente en 2005 y en 2010.
Si la decisión de Griesa se mantiene y Argentina elige desafiarla, los tribunales estadounidenses en última instancia podrían inhibir el pago de la deuda a los acreedores que aceptaron los términos de la reestructuración, por consideración a los inversores que rechazaron los términos de Argentina en ese momento.
Esto daría lugar a una moratoria técnica de aproximadamente 24.000 millones de dólares en deuda emitida en los canjes del 2005 y el 2010.
"Estamos arrinconados", dijo el ex secretario de Finanzas de Argentina Miguel Kiguel.
AMENAZAS NO SE PUEDEN IGNORAR: JUEZ
La semana pasada, Argentina, que entró en una cesación de pagos en el 2002, pidió a Griesa mantener su orden de suspensión, mientras la Corte del Segundo Circuito de Apelaciones de Nueva York considera la solicitud del país para revisar una resolución desfavorable en octubre.
Griesa escribió que normalmente mantendría su orden en espera de una decisión del Segundo Circuito. Sin embargo, concluyó que no era posible teniendo en cuenta los comentarios de funcionarios argentinos, entre ellos la presidenta Cristina Fernández, de que Argentina no pagaría nada a los tenedores de bonos impagos.
"Es la opinión de la Corte de Distrito que estas amenazas desafiantes no pueden pasarse por alto, y que se requiere una acción", escribió Griesa, diciendo que los pagos deben hacerse tan pronto como sea posible.
La fecha límite de pago que impuso Griesa, el 15 de diciembre, coincide con el día que Argentina debe cancelar unos 3.100 millones de dólares a tenedores de cupones vinculados a la evolución del PIB (Producto Interno Bruto), emitidos en la reestructuración del 2005.
El Segundo Circuito ya confirmó la decisión de Griesa del 23 de febrero del 2012 de que Argentina violó las provisiones de igualdad de trato para todos los acreedores cuando optó por pagar los bonistas que participaron en el canje y no a los que no lo hicieron.
Teniendo en cuenta que la última decisión de Griesa aún necesita la aprobación final del Segundo Circuito, el magistrado ordenó que, en lugar de que Argentina pague directamente a los demandantes, debe depositar el dinero en una cuenta de garantía antes del 15 de diciembre.
Griesa no quedó convencido por Francisco Eggers, director de la Oficina Nacional de Crédito Público de Argentina, quien presentó la semana pasada una declaración jurada firmada diciendo que Buenos Aires acatará las decisiones de la corte y no trataría de evadir sus directivas.
PREGUNTAS RESPONDIDAS
Las resoluciones de Griesa del miércoles respondieron interrogantes del Segundo Circuito sobre lo qué se debería pagar a los inversores con deuda incumplida y mediante qué mecanismo, así como la forma en que el juez trataría a terceras partes como Bank of New York Mellon, los cuales actúan como agentes de transferencia para los tenedores de bonos reestructurados.
Las decisiones de Griesa vuelven inmediatamente al Segundo Circuito, que decidirá si está de acuerdo o no con su lógica.
Después de la decisión de octubre, la presidenta Fernández dijo que su país no pagaría "un dólar a los fondos buitres". Este es su término para los inversores que compran deuda morosa y luego demandar en los tribunales internacionales para el pago completo.
En su fallo, Griesa dijo que, mientras menos tiempo se de a Argentina "para idear medios para la evasión, habrán más garantías contra esa evasión".
"No hay duda acerca de lo que "se debe actualmente" a la parte demandante", escribió Griesa. "La cantidad que se debe actualmente es la suma principal impaga, cuya fecha de vencimiento se ha acelerado, y los intereses devengados", agregó.
A NML y Aurelius, los tenedores con las mayores demandas sobre la deuda no estructurada, se les adeuda aproximadamente 1.330 millones de dólares.
"Argentina debe esto y lo debe ahora", dijo Griesa. "Debería enfatizarse que estas son deudas actualmente contraídas, no deudas espaciadas sobre períodos de tiempo futuros", agregó.
Griesa dijo que a NML y Aurelius se les debería pagar al mismo tiempo o antes de los tenedores de bonos que aceptaron los cambios.
El juez también rechazó los argumentos de los tenedores de bonos que participaron en los canjes de que un pago completo a NML y Aurelius infringiría sus derechos.
"Al aceptar las ofertas de canje de treinta centavos de dólar, los tenedores de bonos que participaron en el cambio negociaron por la certeza y para evitar la carga y el riesgo de litigar", escribió.
"Por otra parte, no es una injusticia tener fallos jurídicos que, por fin, implican que Argentina debe pagar las deudas que debe. Después de diez años de litigio esto es un resultado justo", dijo el juez.
TERCERAS PARTES
El Segundo Circuito también instruyó a Griesa a que describiera cómo sus decisiones se aplicarían a los bancos intermediarios.
Entre esos bancos está BNY Mellon, que transfiere fondos desde Argentina a los tenedores de bonos en Estados Unidos. La entidad argumentó que la medida cautelar podría interferir con sus deberes para con los tenedores de bonos reestructurados y podría causar una interrupción en los sistemas de pagos bancarios internacionales.
Griesa dijo que los argumentos de BNY Mellon "pasan por alto lo central" y que, si Argentina sigue la decisión de la corte de apelaciones, no habrá "ningún problema" para que el dinero termine en las cuentas correctas.
Añadió que, si Argentina trata de hacer los pagos a los tenedores de bonos reestructurados violando la decisión de la corte, las terceras partes "serán hechas responsables" de garantizar que no están tomando medidas para violar la ley.