Unos 20.000 restaurantes, bares y hoteles de la provincia de Buenos Aires, la más poblada y rica de Argentina, se comprometieron a retirar los saleros de sus mesas y ampliaron así la campaña para combatir la hipertensión arterial lanzada en 2011, confirmaron fuentes oficiales.
"Nueve de cada diez hipertensos pueden curarse si bajan el consumo de sal, si hacen actividad física regular y si logran un peso adecuado", explicó el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia, al anunciar el convenio firmado con la Federación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (FEHGRA).
Según el acuerdo, los establecimientos gastronómicos de la provincia solo acercarán el salero a sus clientes en caso de que estos lo soliciten expresamente, siempre después de haber probado el plato.
Collia explicó que también se entregará material para alertar sobre la "epidemia de hipertensión" que afecta a tres de cada diez bonaerenses.
Este mal, que en las primeras etapas no presenta síntomas, es la primera causa de accidentes cerebrovasculares y uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares (ACV), informaron a Efe fuentes del Ministerio de Salud provincial, que explicaron que el convenio actual "es complementario" a dos firmados en 2011 con el mismo objetivo.
"El año pasado se firmó un convenio con la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) para reducir la cantidad de sodio en el pan y otro con la Unión de trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina" para retirar los saleros de las mesas, detallaron hoy desde el Ministerio.
"La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los cinco gramos de sal al día.Sin embargo, se calcula que en nuestro país ese consumo se duplica", indicó la cartera de Salud bonaerense, que especificó que en 2011 se registraron más de 7.400 ACV en hospitales públicos provinciales.
EFE