El especialista, quien trabaja en la Dirección de Adicciones del mencionado instituto, atribuyó esa conducta a la imperiosa necesidad de socializar y buscar aceptación entre los demás.
“Estas personas tratan de buscar la atracción y el comentario de otros jóvenes porque tienen una gran necesidad afectiva, de llenar un vacío quizás por la ausencia de los padres, y por eso encuentran en las redes sociales una forma de evasión”, dijo.
Agregó que probablemente son personas solas, que se amoldan a las expectativas del grupo y aceptan muchas cosas con tal de ser aceptadas, aunque con ello corran riesgos como ser blanco de redes de trata de personas.
Luna León advirtió que al menos el 18% de los jóvenes en el mundo sufren ese problema,según diferentes estudios internacionales realizados al respecto.
Consideró que es necesario alertar a los padres a que no pierdan el control sobre la educación de sus hijos y que no los dejen a merced del Internet donde, si bien hay cosas buenas, también están expuestos a redes de pedofilia, al cybersexo, al cyberbullying y a la adicción a los juegos on line.
El especialista sostuvo que algunos adictos al Internet se evaden tanto de la realidad que empiezan a vivir los llamados “mundos virtuales”. “Estas personas son conocidas como los ‘hongos electrónicos’ que viven una vida perdida, aislada, vacía y sin una relación funcional adecuada”, comentó.
En tal sentido, el experto aconsejó a los padres de familia que no busquen cubrir su ausencia en la vida de sus hijos ni reemplazar el amor con regalos como celulares, computadoras y otros artículos tecnológicos.
“Otra recomendación importante es que nunca dejen que sus hijos tengan televisión o computadora en sus dormitorios y, si tienen Internet, esta herramienta tecnológica debe estar en un lugar visible de la casa”, subrayó.
ANDINA