Los 115 cardenales que elegirán al nuevo papa de la Iglesia Católica entraron en la majestuosa Capilla Sixtina del Vaticano, donde se celebrará el cónclave secreto.
Vestidos con sus paramentos rojos y el birrete cardenalicio, los "príncipes de la Iglesia", procedentes de 51 países, llegaron en procesión desde la vecina Capilla Paulina entonando la letanía de los santos y un himno de invocación al Espíritu Santo.
Tras cruzar la puertas, custodiadas por dos Guardias Suizos en uniforme de gala, los cardenales se arrodillaron ante el altar donde se encuentra el Evangelio, antes de ocupar las sillas con sus nombres ante largas mesas dispuestas en doble fila a ambos lados de la capilla.
Bajo los magníficos frescos de Miguel Angel, juraron mantener el silencio de cuanto ocurra en sus deliberaciones, so pena de excomunión. Luego el Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini pronunció el "Extra omnes" ("Fuera todos"), ordenando que salieran todos aquellos que no tuvieran nada que ver con la elección del nuevo papa.
Acto seguido, se cerraron las puertas de la capilla y comenzó el encuentro. Está prevista una meditación por parte del anciano cardenal maltés octogenario Prosper Grech, sobre los problemas de la Iglesia y la elección del Papa.
En esta primera jornada podría llevarse a cabo la primera ronda de votación aunque no es obligatorio, el resultado se conocería a través de una fumata, que según todos los pronósticos será negra, el humo que anuncia al mundo que aún no hay papa.
El cónclave continuara el miércoles con cuatro votaciones.
Misa
Los 115 cardenales que elegirán al 266 papa de la historia de la Iglesia, celebraron en la basílica de San Pedro del Vaticano la Misa votiva "Pro eligendo Pontifice", que ofició el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano.
A la misa asistieron también cardenales octogenarios, que aunque no pueden entrar en la capilla Sixtina para la elección, si pueden ser elegidos papa.
La misa comenzó a las 5:00am (hora Venezuela) y a la misma asistió el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede y miles de fieles.
Durante la misa los fieles pedieron por los cardenales llamados a elegir al sucesor de Benedicto XVI, por todos los pueblos de la tierra, por las necesidades de la vida y por la familia.
Las lecturas fueron en español e inglés y las intenciones en francés, swahili, portugués, malayo y alemán.
La misa se celebró en una basílica bellamente iluminada, que deja al descubierto todos sus tesoros.