Artesanas peruanas se atreven con internet para mejorar su calidad de vida
AFP-Artesanas peruanas de una de las regiones más pobres del país, reciben instrucciones en el uso de medios electrónicos e internet a fin de mostrar sus productos, que ya han logrado llevar a tiendas virtuales en Europa y Estados Unidos.
Un grupo de 270 tejedoras de zonas rurales de Puno, en su mayoría indígenas quechuas y aymaras, utilizan una plataforma web para exhibir lo que hacen y han logrado que tiendas como Bubble de Londres y páginas virtuales como Global Goods Partners (Nueva York) o Trade as One (California) se interesen en su producción.
"Lo que buscamos, mediante talleres de internet, es darles mayores herramientas a las mujeres y fomentar el desarrollo de sus capacidades para que puedan conectarse con otros mercados del mundo, y en algún momento tener su propia empresa", dijo a la AFP Alicia Villanueva, de la organización Manuela Ramos, una entidad no gubernamental destinada a promover los derechos de las mujeres.
La organización realiza este programa de apoyo junto a "Economistas Sin Fronteras" (España) y con financiación de la Unión Europea (UE), y se espera que la iniciativa pueda beneficiar en un futuro cercano a 900 artesanas y sus familias.
"Internet nos permite contactar con nuevos clientes y así poder vender nuestros productos", dijo a la AFP Deomila Candía, una de las tejedoras, con una sonrisa en el rostro.
Mientras tanto, Gloria Pacoticona, otra de las trabajadoras, señala que el internet le permite navegar la red y "ver posibles diseños" para sus creaciones, que luego guarda en una memoria USB.
Un grupo de estas tejedoras parten el 21 de abril a Madrid, donde participarán en una muestra de diseño textil que se realiza en la capital española hasta el 2 de mayo, y el 23 tendrán un showroom organizado por el Instituto Europeo de Diseño (IED).
"Viajar a España servirá para potenciarlas en el área de diseño y les dará mecanismos viables para introducirse en el sector de la moda", consideró Villanueva.
Además planean participar durante la estadía en España en acciones de difusión conocidas como "weaving", con el fin entablar un diálogo con artesanos de otras partes del mundo e intercambiar conocimientos y, en su caso, sus experiencias de vida en la Cordillera de los Andes.
Por la falta de conexiones de internet en la zona de Puno, algunas mujeres tejedoras deben caminan entre dos y cuatro horas para llegar a sus capacitaciones. Ese largo camino incluso es más extenso en épocas de lluvias y frío extremo. En esas épocas se encierran por días para tejer prendas como sacos, chullos, guantes, bufandas, muñecos y suéteres.
Las prendas que se venden al extranjero tienen precios entre 10 dólares (guantes) y 70 dólares (sacos), cifras que se duplican y triplican en tiendas.
Los productos son elaborados con finísima lana de alpacas que las propias mujeres crían. En agosto, los animales son trasquilados para iniciar el proceso de producción.
Verónica Jaliri, otra de las artesanas, explicó a la AFP que "las hebras son separadas según colores y textura. Luego, las limpiamos y torcemos la lana con una rueca. Así, obtenemos las madejas". Después, las mujeres salen en busca de plantas que utilizarán en el proceso de teñido, que puede tomarles una semana.