Reuters) – Las turbulencias en los vuelos transatlánticos serán más fuertes y frecuentes en el año 2050, a medida que vayan aumentando las emisiones de dióxido de carbono. Esto provocará que los tiempos de vuelo sean más largos, un mayor consumo de combustible y también un aumento del precio de los billetes, según un estudio de científicos británicos publicado este lunes.
Las turbulencias serán más fuertes y tendrán lugar más a menudo si las emisiones de dióxido de carbono se duplican para el 2050, tal y como prevé la Agencia Internacional de la Energía, según explican investigadores de las universidades de Reading y de East Anglia en un estudio publicado en Nature Climate Change.
El dióxido de carbono es uno de los más potentes gases a los que se atribuye el efecto invernadero y el cambio climático. El aumento de las emisiones aumenta la temperatura global media y sobrecalienta la parte baja de la atmósfera terrestre. Al mismo tiempo, el calentamiento también cambia la atmósfera a 10 kilómetros sobre el nivel del suelo y la hace más inestable para los aviones.
Los científicos han centrado su investigación en el corredor aéreo del Atlántico Norte -usado cada día por 600 aviones entre Europa y América del Norte- usando simulaciones por ordenador para prever los efectos del cambio climático en esta zona. Han descubierto que las probabilidades de encontrar turbulencias aumentarán entre un 40 y un 170%. La potencia de las turbulencias también aumentaría entre un 10 y un 40%.
Este aumento de las turbulencias haría los viajes en avión más incómodos y aumentaría los riesgos para el pasaje y la tripulación. Los cambios de rumbo para evitar las zonas de turbulencias también alargarán los tiempos de vuelo, aumentarán el gasto de combustible y las emisiones y provocarán más retrasos. Todo ello, finalmente, afectará a los precios de los billetes, haciéndolos más caros.