El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió este martes que el nivel de tensión en la península coreana es "muy peligroso" y un pequeño incidente puede desatar "una situación incontrolable".
Ban Ki-moon hizo estas afirmaciones tras entrevistarse con el papa Francisco en el Vaticano.
"El actual nivel de tensión es muy peligro. Un pequeño incidente, causado por un cálculo o un juicio equivocado puede desatar una situación incontrolable", aseguró el secretario general de la ONU, que se mostró "muy preocupado" por el desarrollo de los acontecimientos en la zona.
Por ello, Ban pidió a Corea del Norte que "frene las provocaciones".
El secretario general, que nació en Corea del Sur, se mostró a favor de la reapertura del complejo industrial de Kaesong, cuyas actividades quedaron suspendidas con la retirada de los 54.000 trabajadores norcoreanos del único proyecto conjunto en vigor entre el Norte y el Sur.
Ban calificó Kaesong como el "proyecto de cooperación de mayor éxito" entre las dos Coreas.
También señaló a los periodistas que ya ha hablado de la crisis en la península coreana con las autoridades chinas y el jueves próximo lo hará con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Ban ha pedido a los países vecinos que ejerzan su influencia sobre Corea del Norte, "para que ponga fin a su retórica provocadora".
El secretario general de la ONU mantuvo una conversación a solas con el papa Francisco en el Vaticano que se prolongó durante 20 minutos, en los que analizaron, además de la situación en la península coreana, el conflicto y la "grave emergencia humanitaria" en Siria, según informó el Vaticano en un comunicado.
El papa Francisco y Ban analizaron asimismo la situación en África, "donde la paz y la estabilidad están amenazadas", la trata de seres humanos, en especial de mujeres, y la situación de los refugiados y los emigrantes.
El papa subrayó la contribución de la Iglesia Católica "en favor de la dignidad integral del ser humano". EFE