Muchos de los jefes de finanzas más poderosos del mundo se reunirán en una casa señorial británica el viernes para discutir si los bancos centrales pueden hacer más por impulsar una frágil recuperación económica global.
Parece poco probable que los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de las Siete economías industrializadas logren avances sobre cómo fortalecer a una débil economía mundial, como una reunión del Fondo Monetario Internacional de hace tres semanas.
Pero el ministro de Finanzas británico, George Osborne, quien lidera las negociaciones, desea que sus pares se concentren en qué otras cosas pueden hacer los bancos centrales para ayudar al crecimiento en momentos en que la mayoría de los gobiernos intentan recortar los gastos y aumentar los impuestos.
"(Esta es) una oportunidad para considerar qué otras medidas monetarias se pueden adoptar para apoyar la recuperación, a la vez que se garantiza que las expectativas inflacionarias a mediano plazo permanezcan ancladas", dijo Osborne.
Los bancos centrales han aumentado sus medidas en las últimas semanas, ayudando a impulsar una remontada en el precio de las acciones. El Banco Central Europeo recortó sus tasas de interés y podría fomentar el préstamo a los pequeños negocios.
El Banco de Japón recurrió a medidas mucho más agresivas para generar crecimiento en la economía. La Reserva Federal de Estados Unidos también continúa con su programa de compra de bonos.
Si bien el Banco de Inglaterra mantuvo su política estable el jueves, recientemente expandió un programa de crédito. Aún más, Osborne ha encargado al próximo gobernador del Banco de Inglaterra, el jefe del banco central de Canadá Mark Carney, la tarea de hallar nuevas formas para fomentar el crecimiento cuando reemplace a Mervyn King en julio.
El ministro de finanzas británico dijo que las negociaciones del viernes y sábado en una casa campestre del Siglo XVII a 64 kilómetros al noroeste de Londres también podrían concentrarse en la regulación de los bancos, evasión tributaria y libre comercio.
El rescate de emergencia a Chipre en marzo sirvió de recordatorio de la necesidad de concluir una reforma al sector bancario, cinco años después del inicio de la crisis financiera.
Al igual que en la reunión del mes pasado del FMI, Alemania podría verse bajo presión para dar más apoyo a una unión bancaria en la zona euro. El plan podría ayudar a fortalecer al área de la moneda única, pero Berlín teme que pueda verse obligado a pagar demasiado por futuros rescates bancarios.
Si bien el primer paso -crear un supervisor bancario único bajo el BCE- parece listo para entrar en vigor a mediados del 2014, el segundo pilar, una agencia de "resolución" y un fondo para cerrar los bancos fallidos, está en duda.
Además hay pocas probabilidades de que un tercer soporte, un programa único de garantías a los depósitos, vea la luz.
Pero Osborne seguirá presionando a sus homólogos del G7 para que creen mecanismo para cerrar a los bancos en problemas, que de otra forma serían considerados como "demasiado grandes para quebrar".
REUTERS