- Edgar Arias, un periodista colombiano a quien todos llaman ‘El Flaco’ vivió el peor día de su vida. Estar en un país extranjero y encontrarse frente a frente con el presidente de esa República es una oportunidad que no se debe perder, pero la desinformación y problemas técnicos no prevenidos pueden hacer de una entrevista una verdadera pesadilla.
Arias a sus 22 años de trabajo en Noti 5, un informativo local de la capital del Valle del Cauca, ayer creía tener la exclusiva de la semana al ser el único al que Mariano Rajoy concedió una entrevista, bueno, en realidad fue el único al que permitió que le asaltara en un pasillo, micrófono en mano, y lo que logró fue una metedura de pata que es el hazmerreír esta mañana de los medios hispanohablantes.
En la VII Cumbre de las Américas, celebrada esta semana en Cali, en uno de los tiempos muertos, el presidente español paseaba por un corredor del Club Campestre con la Secretaria de Estado y otros miembros de su equipo, cuando El Flaco lo abordó. Rajoy, reacio a conceder entrevistas y eso que tuvo detrás a todos los periodistas españoles y colombianos, incluido El Mundo, aceptó a regañadientes contestarle unas preguntas.
“Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente del Reino Unido de España“, dijo por alguna razón que no sabe. El mandatario español, algo divertido, volvió a enmendar la equivocación. “Mejor que digas el presidente del Gobierno de España”, sugirió.Pero no era el día de ‘El Flaco’. Empezó por presentarle como “el presidente de la República de España”. Rajoy, de buen talante, le corrigió. El periodista caleño retomó la entrevista con cierta vergüenza. Pocas veces le había ocurrido y menos ante un personaje extranjero.
‘El Flaco’, haciendo acopio de valor porque no es fácil mantener el tipo cuando te han embestido dos veces, acertó por fin con la introducción adecuada. Pero como era una faena torcida desde el primer tercio, aún le aguardaba la puntilla. El cámara le anunció que se había quedado sin batería. Rajoy y su entorno tuvieron que aguantarse la risa mientras el periodista no sabía dónde meterse.
Pero lo que parecía una desgracia se convirtió en un golpe de suerte. En su canal local de televisión, que nació hace 25 años, querían la grabación porque en diciembre, para el día de los Inocentes, suelen preparar un programa de uso interno que emiten en la fiesta navideña de la empresa con todas las embarradas, como se dice en Colombia a las meteduras de pata.
“No grabó nada”, respondió Arias con un largo suspiro. Al menos no quedará grabada para la historia un episodio que sólo desea que se olvide pronto. Mientras el mundo hacía bromas a su costa, esta mañana de miércoles acompañaba a su padre en una intervención quirúrgica ambulatoria. Luego tendrá que enfrentar con valentía su jornada laboral y las bromas de sus colegas.
Con información de El Mundo
