El Banco Mundial dijo que un eventual ajuste de la política monetaria en las economías avanzadas podría afectar el crecimiento de los mercados emergentes por el alza de las tasas de interés, lo que reduciría el potencial de producción de las naciones en hasta un 12 por ciento.
Ese riesgo a largo plazo posiblemente sea mayor que el impacto a corto plazo proveniente de la volatilidad en los mercados emergentes de divisas y bonos, en momentos en que los operadores buscan posicionarte para cuando la Reserva Federal empiece a retirar sus políticas ultra expansivas, dijo Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial.
Basu hizo estas declaraciones poco antes de la divulgación el miércoles del reporte semianual de Perspectivas Económicas Globales.
El reporte indicó que la crisis de la zona euro y la incertidumbre fiscal en Estados Unidos están retrocediendo como los mayores riesgos para la economía mundial.
En lugar de eso, las naciones en desarrollo tienen que estar alertas ante los efectos colaterales de las agresivas políticas monetarias aplicadas en los países ricos.
Japón inició un enorme programa de compras de bonos en abril para estimular a su economía y sacarla de décadas de estancamiento, lo que desató temores a que los inversores japoneses inunden los mercados emergentes en busca de mayores retornos y causen un sobrecalentamiento.
Al mismo tiempo, los mercados globales sufrieron esta semana mientras los operadores intentaban dilucidar el momento exacto en que la Fed empezará a reducir sus medidas de estímulo.
Para los mercados emergentes, esta volatilidad no debería ser perjudicial en el mediano plazo, aunque podría causar algunas fluctuaciones en los flujos de capital en los próximos tres a seis meses, dijo Basu.
"(La volatilidad) es un trauma por ajuste, en anticipación a lo que va a suceder, y tan pronto como el cambio de política sea implementado del todo creo que este trauma desaparecerá", indicó Basu.
El final del llamado "alivio cuantitativo" de la Fed también debería terminar con parte del impacto por sobrecalentamiento a partir de las medidas económicas expansivas adoptadas por Japón, de acuerdo al reporte del Banco Mundial.
Pero lo más preocupante vendrá después, dado que las tasas de interés a largo plazo comenzarán a subir cuando la Fed y otros bancos centrales ajusten sus políticas monetarias.
Unas tasas de interés más elevadas incrementarían el costo del capital en los mercados emergentes, lo que generaría un menor capital de inversión y a su vez desaceleraría el crecimiento, sostuvo el Banco Mundial.
"A largo plazo, el potencial de producción podría bajar entre 7 y 12 por ciento a menos que se tomen medidas para disminuir los factores domésticos que contribuyen al alto costo de capital", de acuerdo al informe.
El riesgo es especialmente alto para naciones como Egipto, Jamaica y Pakistán, que han acumulado gran cantidad de deuda en momentos de bajas tasas de interés.
Si las tasas de interés suben, esos países se enfrentarían a costos mayores por su deuda que podrían no ser capaces de gestionar, agregó el documento.
REUTERS