El vicerrector académico de la Universidad Central de Venezuela, Nicolás Bianco, asegura que lo más grave que enfrenta la universidad es la intención del gobierno de poner en marcha "una nueva treta para establecer una superestructura, la convencion colectiva única, eso es un camuflaje de la ley del sector universitario que fue vetada por el presidente Chávez en 2011".
En esta superestructura, explica Bianco, se pretende establecer cómo funciona la universidad, cómo se escogen los docentes, "se acabaría la autonomía universitaria, las tablas salariales suplantarían la norma de homologación. Eso es lo que está detrás de todo esto. El gobierno quiere ponerle la mano y controlar la universidad e imponer lo que ellos llaman el Estado docente socialista".
"Los universitarios tenemos claro que los más importante es rechazar esa superestructura que es la convención colectiva única, que pretende acabar con la estructura constitucional de las universidades", puntualizó.
El vicerrector fue enfático cuando señaló "nos enfrentamos a una mentira, el Estado docente socialista no existe ni nunca existió. Este gobierno, como ha sido el castrismo, ha tratado de engamelotar todo esto con palabrerías, con cuestiones vacías, desde el ministro Navarro hasta el ministro Calzadilla. No existe el modelo socialista, lo que existió fueron grandes dictaduras Lenin, Stalin, los Castro, Mao. El estado socialista es puro gamelote".
Sin embargo, dijo Bianco, "están enfrentado la estructura de mayor credibilidad y de mayor historia en la sociedad, la UCV está próxima a cumplir 300 años de presencia institucional en Venezuela. Esa es una estructura del Estado, no del gobierno, que ha participado en todos los procesos históricos constitucionales que nos han llevado a ser una República, enfrentar eso y enfrentar el concepto de modernidad, de pluralidad, con un modelo vacío, no es posible".
El académico expresó que en las universidades "no solo formamos recursos humanos, proveemos conocimiento. Ojalá hubiera una sinergia para desarrollar los planes estratégicos y no una persecución".
Y sentenció que "desde finales del mes de noviembre ha arreciado la difamación por un lado y la violencia contra las universidades por el otro. Está la organización de esta superestructura que pretende sindicalizar a las universidades, a los profesores, degradar a los profesores a ser trabajadores sindicalizados y eso le permitirá al ministro decidir para dónde va la universidad, establecer el pensamiento único lo que llevaría a la mediocridad.