Miles de personas salieron este jueves a las calles de Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades brasileñas, para protestar contra el aumento de las tarifas de transporte público.
En Sao Paulo se presentaron disturbios entre manifestantes y la Policía, con el arresto de unas 64 personas, según los datos preliminares divulgados por la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
Los manifestantes, que salieron del Teatro Municipal, intentaron tomar la céntrica Avenida Paulista y bloquearon algunas importantes calles que confluyen o la cruzan, como la Rúa Augusta y la Avenida da Consolaçao.
La llamada Tropa de Choque de la Policía Militarizada y refuerzos de caballería contuvieron con gases lacrimógenos a los manifestantes, muchos de los cuales estaban encapuchados.
Las barreras colocadas por la Policía fueron incendiadas y los manifestantes apedrearon autobuses y predios públicos.
El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, señaló que la administración municipal "está evaluando" la situación, pero reconoció que Sao Paulo es la "cuna" de las manifestaciones en varios puntos del país contra el aumento de los precios de autobuses, metro y trenes metropolitanos.
"Lo que la ciudad repudia es la violencia", apuntó Haddad, quien reiteró que los nuevos valores de las tarifas serán "mantenidos".
El valor del pasaje en Sao Paulo pasó de 3,00 reales (unos 1,5 dólares) para 3,20 reales (unos 1,6 dólares), lo que llevó desde el lunes a numerosos ciudadanos a protestar en las calles de la mayor metrópoli del país.
La de hoy fue la más multitudinaria manifestación de la semana en Sao Paulo y se unió una huelga en tres de las líneas del servicio de trenes, que empeoraron el siempre caótico tránsito de la ciudad, que alcanzó 172 kilómetros de embotellamientos, uno de los mayores.
Las autoridades calculan que en la manifestación participaron unas 5.000 personas.
El periodista Piero Locatelli, de la revista Carta Capital, fue detenido y luego liberado después de un altercado con policías durante la cobertura de la manifestación.
En Río de Janeiro, en tanto, unas 2.000 personas se concentraron en el centro de la ciudad y marcharon pacíficamente por las Avenidas Río Branco y Presidente Vargas en protesta también contra el alza de las tarifas.
Allí 34 personas fueron detenidas por intento de sublevación y portar elementos incendiarios.
Las dos mayores ciudades brasileñas viven momentos de tensión urbana a dos días de la inauguración de la Copa Confederaciones de fútbol, que se jugará en Río de Janeiro, Salvador, Recife, Belo Horizonte, Fortaleza y Brasil, donde el anfitrión Brasil y Japón inaugurarán el sábado el torneo.EFE