La comisión electoral anunció oficialmente la reelección del alcalde de Moscú Serguei Sobianin, un fiel aliado del presidente ruso Vladimir Putin, en momentos en que el candidato opositor Alexei Navalny aseguraba tener "pruebas" de que hubo fraude en los comicios del domingo. "La elección es válida. Serguei Sobianin ha sido elegido alcalde de Moscú", indicó la comisión.
Sobianin ganó las elecciones municipales del domingo con un 51,37% de los votos. La tasa de participación alcanzó únicamente el 32%. Al haber obtenido la mayoría absoluta, Sobianin fue elegido en la primera vuelta.
Navalny, obtuvo un 27,24% de los votos, un resultado que los expertos y los medios calificaron de éxito. No obstante, el candidato opositor reclama una segunda vuelta.
"Ahora tenemos pruebas documentales (...) de que tendría que haber habido una segunda vuelta y de que la comisión electoral falseó la votación", declaró Navalny a la radio Eco de Moscú.
Ante 9.000 personas, según la policía, que se congregaron en la noche del lunes en la plaza Bolotnaia, frente al Kremlin, para apoyarlo, el candidato opositor había pedido "la anulación de los votos a domicilio y la organización de una segunda vuelta".
Navalny se refería a los procesos establecidos para las personas que no podían acudir a los colegios electorales y que sospecha pudieron dar lugar a fraudes.
Más de 104.000 moscovitas votaron a domicilio, según cifras oficiales.
Entrevistado por la AFP, Dimitri Oreshkin, politólogo que participó en la coordinación de los observadores independientes, consideró que se pudieron producir fraudes en las votaciones a domicilio para que Sobianin evitara una segunda vuelta.
Sin embargo, Oreshkin destacó que estas elecciones fueron más limpias que las anteriores.
Para Nikolai Petrov, profesor de la Escuela Superior de Economía de Moscú, con estas elecciones Navalny se convirtió en "un político de magnitud nacional".
Navalny, un abogado de 37 años muy crítico con la corrupción, fue uno de los que encabezaron el movimiento de protesta contra el Kremlin en el invierno (boreal) de 2011-2012.EFE
