"No todo está perdido" es la conclusión a la que llega el psicólogo social, Ángel Oropeza, luego de la reacción de la ciudadanía al conocerse un video en el que funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) se llaman “malandritos” y se muestran disparando al aire.
El profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) asegura que “un país en transición es un país que muestra estos rasgos de anomia”, y recomienda a la colectividad entender que este tipo de conductas son signos de esa etapa de transición, para lo que se requiere “mantener viva la indignación y no cansarse de protestar”.
“Lo grave es que la gente se acostumbre a esto. Mientras haya capacidad de indignación y reacción no todo está perdido”, señaló en entrevista telefónica con Globovisión.com.
Oropeza explica que este tipo de conductas son consecuencia de “una excesiva elasticidad y flexibilización de las normas: las leyes parecen plastilina. Las sociedades necesitan ordenamientos jurídicos claros, que se cumplan. El derecho tiene que ser claro, fijo y estable, pero la revolución es inestable y cambiante. Tenemos una sociedad que no sabe de qué agarrarse”, afirma.
Detrimento institucional
El video de la Policía Nacional Bolivariana que se viralizó en redes sociales es una manifestación del proceso de "desinstitucionalización por el que están pasando los organismos gubernamentales desde hace más de dos años", explica Francisco Coello, Sociólogo y profesor de la UCAB.
Para Coello el origen de estos comportamientos se debe al descontento de los organismos policiales por tener bajos ingresos y no poseer los recursos necesarios para ejercer el rol de seguridad que deben cumplir en la sociedad. Del mismo modo, el profesor de la UCAB informa que "la desprofesionalización del sector de seguridad y la falta de formación" son puntos claves para prever comportamientos incongruentes como los que se evidencian en el video.
El psicólogo Axel Capriles coincide con Coello en que uno de los principales problemas es el nivel de profesionalización de los integrantes de los cuerpos de seguridad en Venezuela. "Hace falta una formación más estricta acompañada de una remuneración con políticas estables", puntualiza Capriles.
Francisco Coello manifiesta que estos comportamientos son "señales terribles de la falta de legitimidad e institucionalidad que terminan en un círculo de corrupción".
Por su parte, Capriles apunta que la figura del malandro es un representación de la psicología colectiva que actualmente está presente en todos los aspectos que componen a la sociedad venezolana. Para el psicólogo social, "los cuerpos de seguridad están penetrados por los mismos agentes del delito".
Cambiar la zona en donde viven los policías es una de la necesidades que resalta Francisco Coello. "No es posible que vivan al lado de las mismas personas que tienen que detener, no pueden vivir con el crimen", concluye el sociólogo.
"Banalización del crimen"
Los tres especialistas afirman que el repudio por parte de la ciudadanía es natural. "Se espera que la policía mantenga la institucionalidad y el orden", indica Axel Capriles.
El mismo psicólogo explica que en Venezuela "ha habido una banalización del crimen y la delincuencia". La explicación del comportamiento de los funcionarios del video radica en que ellos no perciben el "calado moral" que implica en la sociedad el rol que ejercen.
La respuesta de los venezolanos es una manera de combatir el sentimiento de anomia y de orfandad (carencia de leyes y asencia de padres). "En una sociedad el rol de los organismos de seguridad es la de proveer un modelo de orientación", señala Coello.
Oropeza, Capriles y Coello entienden la reacción de la ciudadanía como una forma de repudiar que los cuerpos encargados de su seguridad incurran en actos delictivos.
"Al ver que la guardia tiene el mismo mal que aquejan a la sociedad se intuye que existe un quiebre moral en la institucionalización en Venezuela", opina el psicólogo.
Posibles escenarios
"Las sociedades se van manteniendo a medida que existan tejidos morales que la soporten, en Venezuela ese tejido está roto", analiza Axel Capriles.
Francisco Coello proyecta que de seguir este tipo de comportamiento por parte de los organismos policiales "va a exigir un reclamo más intenso, la indignación aumentará", y por tato la desconfianza.
Aunque el repudio público es importante, Capriles considera que la "reestructuración de los cuerpos de seguridad y del sistema policial" es la mejor manera se solventar estos problemas.
GLOBOVISION El profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) asegura que “un país en transición es un país que muestra estos rasgos de anomia”, y recomienda a la colectividad entender que este tipo de conductas son signos de esa etapa de transición, para lo que se requiere “mantener viva la indignación y no cansarse de protestar”.
“Lo grave es que la gente se acostumbre a esto. Mientras haya capacidad de indignación y reacción no todo está perdido”, señaló en entrevista telefónica con Globovisión.com.
Oropeza explica que este tipo de conductas son consecuencia de “una excesiva elasticidad y flexibilización de las normas: las leyes parecen plastilina. Las sociedades necesitan ordenamientos jurídicos claros, que se cumplan. El derecho tiene que ser claro, fijo y estable, pero la revolución es inestable y cambiante. Tenemos una sociedad que no sabe de qué agarrarse”, afirma.
Detrimento institucional
El video de la Policía Nacional Bolivariana que se viralizó en redes sociales es una manifestación del proceso de "desinstitucionalización por el que están pasando los organismos gubernamentales desde hace más de dos años", explica Francisco Coello, Sociólogo y profesor de la UCAB.
Para Coello el origen de estos comportamientos se debe al descontento de los organismos policiales por tener bajos ingresos y no poseer los recursos necesarios para ejercer el rol de seguridad que deben cumplir en la sociedad. Del mismo modo, el profesor de la UCAB informa que "la desprofesionalización del sector de seguridad y la falta de formación" son puntos claves para prever comportamientos incongruentes como los que se evidencian en el video.
El psicólogo Axel Capriles coincide con Coello en que uno de los principales problemas es el nivel de profesionalización de los integrantes de los cuerpos de seguridad en Venezuela. "Hace falta una formación más estricta acompañada de una remuneración con políticas estables", puntualiza Capriles.
Francisco Coello manifiesta que estos comportamientos son "señales terribles de la falta de legitimidad e institucionalidad que terminan en un círculo de corrupción".
Por su parte, Capriles apunta que la figura del malandro es un representación de la psicología colectiva que actualmente está presente en todos los aspectos que componen a la sociedad venezolana. Para el psicólogo social, "los cuerpos de seguridad están penetrados por los mismos agentes del delito".
Cambiar la zona en donde viven los policías es una de la necesidades que resalta Francisco Coello. "No es posible que vivan al lado de las mismas personas que tienen que detener, no pueden vivir con el crimen", concluye el sociólogo.
"Banalización del crimen"
Los tres especialistas afirman que el repudio por parte de la ciudadanía es natural. "Se espera que la policía mantenga la institucionalidad y el orden", indica Axel Capriles.
El mismo psicólogo explica que en Venezuela "ha habido una banalización del crimen y la delincuencia". La explicación del comportamiento de los funcionarios del video radica en que ellos no perciben el "calado moral" que implica en la sociedad el rol que ejercen.
La respuesta de los venezolanos es una manera de combatir el sentimiento de anomia y de orfandad (carencia de leyes y asencia de padres). "En una sociedad el rol de los organismos de seguridad es la de proveer un modelo de orientación", señala Coello.
Oropeza, Capriles y Coello entienden la reacción de la ciudadanía como una forma de repudiar que los cuerpos encargados de su seguridad incurran en actos delictivos.
"Al ver que la guardia tiene el mismo mal que aquejan a la sociedad se intuye que existe un quiebre moral en la institucionalización en Venezuela", opina el psicólogo.
Posibles escenarios
"Las sociedades se van manteniendo a medida que existan tejidos morales que la soporten, en Venezuela ese tejido está roto", analiza Axel Capriles.
Francisco Coello proyecta que de seguir este tipo de comportamiento por parte de los organismos policiales "va a exigir un reclamo más intenso, la indignación aumentará", y por tato la desconfianza.
Aunque el repudio público es importante, Capriles considera que la "reestructuración de los cuerpos de seguridad y del sistema policial" es la mejor manera se solventar estos problemas.