Luego de la salida de Venezuela de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), David Smolansky, candidato a la Alcaldía de El Hatillo, condenó esta acción y la calificó como “cobarde y traicionera”. A su juicio, se trata de una acción que pretende aislar a los venezolanos del derecho internacional y es una modificación a la Constitución.
“La Constitución es clara. El artículo 23 establece que los pactos internacionales sobre derechos humanos tienen jerarquía constitucional. Además, el 31 dispone que todos los venezolanos tenemos derecho a presentar demandas frente a cortes internacionales para defender nuestros derechos. Por lo que con la salida de la CIDH, Nicolás Maduro reforma la Constitución sin consultarlo”, explicó.
Smolansky advirtió que los que están en Miraflores dejaron sin efecto a tres artículos de la Carta Magna sin preguntárselo a los venezolanos. “¿Esto es lo que Maduro llama democracia?”, se preguntó. A su juicio, lo que está detrás de esta medida es reformar el sistema interamericano de Derechos Humanos.
“El gobierno busca politizar el sistema de justicia y crear otro paralelo con la Celac. Es aquí la importancia de la CIDH frente a un sistema de justicia al servicio del PSUV. La justicia en Venezuela más que un derecho es un privilegio, y el día de hoy esta situación se acentúa mucho más cuando se reduce la garantía del respeto a la dignidad el fundamento de todos los derechos”, agregó.
Smolansky, recordó que la CIDH atendió a las víctimas del Caracazo, determinó responsabilidad sobre el Estado venezolano por las condiciones infrahumanas que se sufrían en el Retén de Catia y condenó el cierre de Radio Caracas Televisión considerando esta medida como violatoria al derecho de la libertad de expresión.
Resaltó que a lo largo de su historia Venezuela se ha visto en la obligación de cumplir en más del 40% las sentencias que se han dictado en contra de la República por violaciones a los derechos humanos. “A partir de hoy ya no contaremos con esta instancia para buscar justicia”, concluyó.
“La Constitución es clara. El artículo 23 establece que los pactos internacionales sobre derechos humanos tienen jerarquía constitucional. Además, el 31 dispone que todos los venezolanos tenemos derecho a presentar demandas frente a cortes internacionales para defender nuestros derechos. Por lo que con la salida de la CIDH, Nicolás Maduro reforma la Constitución sin consultarlo”, explicó.
Smolansky advirtió que los que están en Miraflores dejaron sin efecto a tres artículos de la Carta Magna sin preguntárselo a los venezolanos. “¿Esto es lo que Maduro llama democracia?”, se preguntó. A su juicio, lo que está detrás de esta medida es reformar el sistema interamericano de Derechos Humanos.
“El gobierno busca politizar el sistema de justicia y crear otro paralelo con la Celac. Es aquí la importancia de la CIDH frente a un sistema de justicia al servicio del PSUV. La justicia en Venezuela más que un derecho es un privilegio, y el día de hoy esta situación se acentúa mucho más cuando se reduce la garantía del respeto a la dignidad el fundamento de todos los derechos”, agregó.
Smolansky, recordó que la CIDH atendió a las víctimas del Caracazo, determinó responsabilidad sobre el Estado venezolano por las condiciones infrahumanas que se sufrían en el Retén de Catia y condenó el cierre de Radio Caracas Televisión considerando esta medida como violatoria al derecho de la libertad de expresión.
Resaltó que a lo largo de su historia Venezuela se ha visto en la obligación de cumplir en más del 40% las sentencias que se han dictado en contra de la República por violaciones a los derechos humanos. “A partir de hoy ya no contaremos con esta instancia para buscar justicia”, concluyó.