El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó hoy que, en lo que va de año, ha prestado asistencia psicológica a unos 470.000 niños sirios afectados por el conflicto armado de su país, que viven en campamentos de refugiados en los países vecinos o dentro de Siria.
"Exposición prolongada a la violencia, estrés, desplazamiento de sus orígenes, pérdida de familiares y deterioro de sus condiciones de vida están provocando profundas heridas invisibles en los niños", indicó hoy en Ginebra la portavoz de UNICEF, Marixie Mercado.
De estos 470.000 niños, 250.000 permanecen en Siria, 128.000 viven en Líbano, 80.000 en Jordania, 5.500 en Irak y 5.000 en Turquía.
El personal de UNICEF que trabaja en la zona con los niños ha observado que la mayor parte de ellos sufre pesadillas, moja la cama; presenta episodios de comportamiento temerario y agresivo; y realiza dibujos con sangre, explosiones y destrucción.
"Estos niños sometidos a un profundo estrés pueden perder su capacidad para conectar emocionalmente con otros y con ellos mismos. A menudo dejan de experimentar sentimientos básicos y son incapaces de pensar con claridad o recordar eventos recientes", señalaron desde UNICEF.
UNICEF está trabajando, tanto en Siria como en los países vecinos, en los refugios de desplazados, en los campos de refugiados y en las comunidades de acogida, para "ayudar a los niños a recuperar un sentimiento de seguridad, darles la oportunidad de que se expresen y ayudarles a desarrollar maneras constructivas de lidiar con el conflicto".
Esto incluye la creación de 220 espacios lúdicos en Siria y los países fronterizos, donde los niños puedan jugar e implicarse en actividades lúdicas y deportivas; y la formación de cuidadores y profesores para que sepan cómo tratar a los niños en estas circunstancias.
Dentro de Siria, UNICEF ha habilitado la mayor parte de estos espacios en las zonas donde el conflicto ha sido más intenso, como Homs, Dera's y Alepo, para prestar apoyo psicológico a los niños que más han sufrido violencia.
"Este apoyo es crucial para que los niños estén preparados para volver a la escuela", subrayó la portavoz.EFE
"Exposición prolongada a la violencia, estrés, desplazamiento de sus orígenes, pérdida de familiares y deterioro de sus condiciones de vida están provocando profundas heridas invisibles en los niños", indicó hoy en Ginebra la portavoz de UNICEF, Marixie Mercado.
De estos 470.000 niños, 250.000 permanecen en Siria, 128.000 viven en Líbano, 80.000 en Jordania, 5.500 en Irak y 5.000 en Turquía.
El personal de UNICEF que trabaja en la zona con los niños ha observado que la mayor parte de ellos sufre pesadillas, moja la cama; presenta episodios de comportamiento temerario y agresivo; y realiza dibujos con sangre, explosiones y destrucción.
"Estos niños sometidos a un profundo estrés pueden perder su capacidad para conectar emocionalmente con otros y con ellos mismos. A menudo dejan de experimentar sentimientos básicos y son incapaces de pensar con claridad o recordar eventos recientes", señalaron desde UNICEF.
UNICEF está trabajando, tanto en Siria como en los países vecinos, en los refugios de desplazados, en los campos de refugiados y en las comunidades de acogida, para "ayudar a los niños a recuperar un sentimiento de seguridad, darles la oportunidad de que se expresen y ayudarles a desarrollar maneras constructivas de lidiar con el conflicto".
Esto incluye la creación de 220 espacios lúdicos en Siria y los países fronterizos, donde los niños puedan jugar e implicarse en actividades lúdicas y deportivas; y la formación de cuidadores y profesores para que sepan cómo tratar a los niños en estas circunstancias.
Dentro de Siria, UNICEF ha habilitado la mayor parte de estos espacios en las zonas donde el conflicto ha sido más intenso, como Homs, Dera's y Alepo, para prestar apoyo psicológico a los niños que más han sufrido violencia.
"Este apoyo es crucial para que los niños estén preparados para volver a la escuela", subrayó la portavoz.EFE