Un equipo liderado por científicos del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC, en sus siglas en inglés), en Boston, Estados Unidos, ha demostrado que un grupo de anticuerpos recientemente descubiertos puede ser una terapia muy eficaz para el tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Publicado en la edición digital de este miércoles de 'Nature', los resultados alientan el desarrollo de estos anticuerpos monoclonales como una nueva terapia en los seres humanos.
"Nuestros datos demuestran, por primera vez, la profunda eficacia terapéutica de anticuerpos monoclonales específicos para VIH, que resultan potentes en los monos rhesus crónicamente infectados con un patógeno del virus de la inmunodeficiencia de simio", dijo el autor principal del estudio, Dan H. Barouch, director del Centro de Virología e Investigación de Vacunas en BIDMC, director del Programa de Vacunación en el Instituto Ragon de Hospital General de Massachusetts y profesor de medicina en la Escuela Médica de Harvard.
Los anticuerpos funcionan a través de un mecanismo que es distinto al de las terapias antirretrovirales tradicionales, que son el tratamiento estándar para el VIH. "Los anticuerpos se dirigen directamente al virus libre igual que a las células infectadas por el virus, mientras que los fármacos antirretrovirales existentes sólo inhiben la replicación del virus", explica Barouch, añadiendo que los anticuerpos pueden ofrecer una estrategia terapéutica única que potencialmente se podría combinar con medicamentos antirretrovirales.
"Aunque son muy efectivas en la mayoría de los pacientes, las terapias antirretrovirales actuales están limitadas por la toxicidad y la resistencia, y son incapaces de curar la infección por VIH", destacó Barouch, quien junto a sus colegas administró un cóctel de anticuerpos monoclonales específicos para el VIH o anticuerpos monoclonales individuales en los monos rhesus infectados crónicamente con el virus de inmunodeficiencia de los simios, la versión del VIH en estos animales.
"Los tratamientos con anticuerpos provocan una rápida y precipitada caída del virus en la sangre y los tejidos de los monos infectados", resume Barouch. Después de una sola infusión de anticuerpos, la carga viral se redujo drásticamente a niveles no detectables entre tres y siete días, y los niveles de virus asociados a células también disminuyeron en la sangre, los ganglios linfáticos y el intestino, además de aumentar significativamente las propias respuestas inmunes de los monos contra el virus, que parecían tener beneficios a largo plazo.
"En la mayoría de los casos, el virus se recuperó cuando los niveles de anticuerpos disminuyeron después de una media de 56 días, pero, notablemente, el subconjunto de los animales con los niveles de partida más bajos del virus mantiene cargas virales no detectables durante la duración del estudio sin más infusiones de anticuerpos", añade Barouch .
Según este investigador, los resultados del estudio alientan fuertemente el desarrollo de anticuerpos monoclonales como una nueva terapia para el VIH en los seres humanos. "Los anticuerpos monoclonales en combinación con medicamentos antirretrovirales pueden ser explorados para intensificar el tratamiento, antes y para la profilaxis posterior a la exposición, así como en las estrategias de erradicación del virus del VIH en los seres humanos", concluyó.
"Nuestros datos demuestran, por primera vez, la profunda eficacia terapéutica de anticuerpos monoclonales específicos para VIH, que resultan potentes en los monos rhesus crónicamente infectados con un patógeno del virus de la inmunodeficiencia de simio", dijo el autor principal del estudio, Dan H. Barouch, director del Centro de Virología e Investigación de Vacunas en BIDMC, director del Programa de Vacunación en el Instituto Ragon de Hospital General de Massachusetts y profesor de medicina en la Escuela Médica de Harvard.
Los anticuerpos funcionan a través de un mecanismo que es distinto al de las terapias antirretrovirales tradicionales, que son el tratamiento estándar para el VIH. "Los anticuerpos se dirigen directamente al virus libre igual que a las células infectadas por el virus, mientras que los fármacos antirretrovirales existentes sólo inhiben la replicación del virus", explica Barouch, añadiendo que los anticuerpos pueden ofrecer una estrategia terapéutica única que potencialmente se podría combinar con medicamentos antirretrovirales.
"Aunque son muy efectivas en la mayoría de los pacientes, las terapias antirretrovirales actuales están limitadas por la toxicidad y la resistencia, y son incapaces de curar la infección por VIH", destacó Barouch, quien junto a sus colegas administró un cóctel de anticuerpos monoclonales específicos para el VIH o anticuerpos monoclonales individuales en los monos rhesus infectados crónicamente con el virus de inmunodeficiencia de los simios, la versión del VIH en estos animales.
"Los tratamientos con anticuerpos provocan una rápida y precipitada caída del virus en la sangre y los tejidos de los monos infectados", resume Barouch. Después de una sola infusión de anticuerpos, la carga viral se redujo drásticamente a niveles no detectables entre tres y siete días, y los niveles de virus asociados a células también disminuyeron en la sangre, los ganglios linfáticos y el intestino, además de aumentar significativamente las propias respuestas inmunes de los monos contra el virus, que parecían tener beneficios a largo plazo.
"En la mayoría de los casos, el virus se recuperó cuando los niveles de anticuerpos disminuyeron después de una media de 56 días, pero, notablemente, el subconjunto de los animales con los niveles de partida más bajos del virus mantiene cargas virales no detectables durante la duración del estudio sin más infusiones de anticuerpos", añade Barouch .
Según este investigador, los resultados del estudio alientan fuertemente el desarrollo de anticuerpos monoclonales como una nueva terapia para el VIH en los seres humanos. "Los anticuerpos monoclonales en combinación con medicamentos antirretrovirales pueden ser explorados para intensificar el tratamiento, antes y para la profilaxis posterior a la exposición, así como en las estrategias de erradicación del virus del VIH en los seres humanos", concluyó.
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