El pequeño universo de las aplicaciones crece a ritmo vertiginoso. Triunfan mayoritariamente los juegos, que están haciendo sombra a los tradicionales. Se consolidan los de mensajería instantánea al calor de un mundo cada vez más móvil, pero hay una categoría, de perspectiva algo más útil, que se ha ganado la atención de los usuarios: los servicios destinados a monitorizar la actividad deportiva han venido a completar el nuevo estilo de vida de las personas. Los gimnasios están repletos de gente sudando la gota gorda, cada vez más deseamos una vida más saludable y el correr ya no es para cobardes. Para hacer más fácil los progresos, compañías desarrolladoras han encontrado un filón ante el auge de los dispositivos móviles.
Uno de los grandes exponentes es Runtastic, que tiene un amplio abanico de servicios especializados al margen del paquete básico que permite triangular y geolocalizar las rutas. En numerosas ocasiones ha sido una de las aplicaciones más descargadas durante la semana en las principales tiendas, como App Store o Google Play. Actualmente se ha descargado en más de 50 millones de ocasiones y acaba de desarrollar Six Pack, un entrenador virtual con avatares que guían a través de videos en alta definición y motivan a los usuarios. Pero no es la única. Suenan otras tan exitosas como la citada como RunKeeper, Gow Trainer, Sports Tracker, Endomondo...
Recientemente, la firma deportiva Decathlon ha reconvertido su plataforma Sport Meeting -lanzada el pasado año- en una interesante aplicación para sistema operativo Android -está previsto su desarrollo para iOS-, que permite encontrar deportistas afines a la zona geográfica donde se practica ejercicio e, incluso, el nivel. Además, ofrece la posibilidad de apuntarse a las propuestas existentes o compartirlo en diferentes perfiles de redes sociales. Definitivamente, las «apps» de deporte están de moda. Hay razones de esta explosión digital. «El deporte es una opción magnífica, saludable y accesible. Está al alcance de todos y solo hay que tener la voluntad de hacerlo. Nos encontramos en un momento en el que el deporte está en auge», explica a este diario Marta Cora, responsable del proyecto. Con esta aplicación, será aún más fácil la conexión inmediata con la práctica deportiva, ya que el usuario contará con una serie de funcionalidades que le permitirán acceder a todas las ventajas sin necesidad de estar delante de un ordenador de sobremesa.
Todas estas aplicaciones no serían posible sin la tecnología encontrada en los dispositivos móviles actuales, algo que no ha pasado por alto en el diseño del nuevo iPhone 5S al integrar un chip propio, llamado M7, destinado a controlar el movimiento que realiza el usuario en aras de descargar (y permitir una mejor optimización) al procesador «grande». En concepto, es una «ayuda» para el consumo de este tipo de servicio. Por ello no de extrañar la apuesta de Cupertino con Nike Fuelband, la pulsera deportiva que ha cautivado a miles de personas y que la semana próxima presenta su nueva versión, ni tampoco la inclusión de un sistema de control de calorías y sensores en el actual buque insignia de Samsung.
En la actualidad y como consecuencia del auge de las redes sociales y de los dispositivos móviles, el deporte es más social que nunca. La práctica de cualquier disciplina deportiva se ha convertido en algo para compartir y difundir. Ya no sirve endurecer las piernas durante una hora, hay que contárselo Otro ejemplo de ello es Amatteur, una nueva red social centrada también en el deportista, que permite conocer e interactuar con personas amantes del deporte.
La tecnología digital ha transformado radicalmente los estilos de vida de los consumidores, haciendo más fácil el desempeño laboral y social pero dejando de lado el cuidado que se le debe dar a la salud. Entre la maraña de texto que aparece en la documentación de los nuevos modelos de teléfonos se encuentran funcionalidades casi ajenos a los conocimientos técnicos del usuario medio pero que son de gran importancia hoy en día para hacer funcionar diversos servicios. Al igual que giroscopios -permite que un teléfono mida la orientación- y acelerómetros -calcula la inclinación o gravedad-, los podómetros se están integrando a un número creciente de dispositivos de consumo electrónicos portátiles. La nueva generación de móviles miden su fuerza, tanto por su cada vez más potente arquitectura interna como la del propio usuario.
Uno de los grandes exponentes es Runtastic, que tiene un amplio abanico de servicios especializados al margen del paquete básico que permite triangular y geolocalizar las rutas. En numerosas ocasiones ha sido una de las aplicaciones más descargadas durante la semana en las principales tiendas, como App Store o Google Play. Actualmente se ha descargado en más de 50 millones de ocasiones y acaba de desarrollar Six Pack, un entrenador virtual con avatares que guían a través de videos en alta definición y motivan a los usuarios. Pero no es la única. Suenan otras tan exitosas como la citada como RunKeeper, Gow Trainer, Sports Tracker, Endomondo...
Recientemente, la firma deportiva Decathlon ha reconvertido su plataforma Sport Meeting -lanzada el pasado año- en una interesante aplicación para sistema operativo Android -está previsto su desarrollo para iOS-, que permite encontrar deportistas afines a la zona geográfica donde se practica ejercicio e, incluso, el nivel. Además, ofrece la posibilidad de apuntarse a las propuestas existentes o compartirlo en diferentes perfiles de redes sociales. Definitivamente, las «apps» de deporte están de moda. Hay razones de esta explosión digital. «El deporte es una opción magnífica, saludable y accesible. Está al alcance de todos y solo hay que tener la voluntad de hacerlo. Nos encontramos en un momento en el que el deporte está en auge», explica a este diario Marta Cora, responsable del proyecto. Con esta aplicación, será aún más fácil la conexión inmediata con la práctica deportiva, ya que el usuario contará con una serie de funcionalidades que le permitirán acceder a todas las ventajas sin necesidad de estar delante de un ordenador de sobremesa.
Todas estas aplicaciones no serían posible sin la tecnología encontrada en los dispositivos móviles actuales, algo que no ha pasado por alto en el diseño del nuevo iPhone 5S al integrar un chip propio, llamado M7, destinado a controlar el movimiento que realiza el usuario en aras de descargar (y permitir una mejor optimización) al procesador «grande». En concepto, es una «ayuda» para el consumo de este tipo de servicio. Por ello no de extrañar la apuesta de Cupertino con Nike Fuelband, la pulsera deportiva que ha cautivado a miles de personas y que la semana próxima presenta su nueva versión, ni tampoco la inclusión de un sistema de control de calorías y sensores en el actual buque insignia de Samsung.
En la actualidad y como consecuencia del auge de las redes sociales y de los dispositivos móviles, el deporte es más social que nunca. La práctica de cualquier disciplina deportiva se ha convertido en algo para compartir y difundir. Ya no sirve endurecer las piernas durante una hora, hay que contárselo Otro ejemplo de ello es Amatteur, una nueva red social centrada también en el deportista, que permite conocer e interactuar con personas amantes del deporte.
La tecnología digital ha transformado radicalmente los estilos de vida de los consumidores, haciendo más fácil el desempeño laboral y social pero dejando de lado el cuidado que se le debe dar a la salud. Entre la maraña de texto que aparece en la documentación de los nuevos modelos de teléfonos se encuentran funcionalidades casi ajenos a los conocimientos técnicos del usuario medio pero que son de gran importancia hoy en día para hacer funcionar diversos servicios. Al igual que giroscopios -permite que un teléfono mida la orientación- y acelerómetros -calcula la inclinación o gravedad-, los podómetros se están integrando a un número creciente de dispositivos de consumo electrónicos portátiles. La nueva generación de móviles miden su fuerza, tanto por su cada vez más potente arquitectura interna como la del propio usuario.
AGENCIA