El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, presidió este domingo en la Catedral Metropolitana, una eucaristía para agradecer a Dios junto a la Congregación Siervas de Jesús, alumnos, familiares y feligreses en general, el hecho de que el Papa Francisco reconoció el pasado 5 de julio las “virtudes cristianas en grado heroico” de la Madre Carmen Rendiles Martínez, con lo cual declaró “Venerable” de la Iglesia Católica a esta religiosa venezolana, “un paso muy importante en el camino hacia la beatificación”.
Durante la homilía el Purpurado dijo que la ceremonia se hizo también con el propósito de pedirle a Dios por la causa de canonización de esta religiosa nacida en Caracas el 11 de agosto 1903, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús.
“En los procesos o causas de beatificación, la declaración de las virtudes heroicas de una persona significan que esa persona en su vida cristiana fue digna de su vocación a la santidad, que quiso alcanzar la perfección cristiana, y lo logró”, dijo Urosa.
Acotó que el decreto emitido por el Papa Francisco es un paso adelante muy significativo en el largo camino que comenzó el 9 de marzo de 1995, cuando el Cardenal José Alí Lebrun Moratinos, realizó la sección introductoria con la apertura de la causa de beatificación de la Madre Carmen Rendiles.
“Hoy llegamos a un punto muy importante, se ha reconocido que la Madre Carmen fue una mujer realmente virtuosa, llena de Dios, que podemos tener como ejemplo de nuestra vida cristiana”, resaltó durante la homilía.
Tan “Venerable” como José Gregorio
El Cardenal Urosa recordó que el proceso de canonización es un camino largo y no hay que desesperarse porque lleva tiempo. “La causa de la Madre Carmen se encuentra ahora en el punto donde llegó la causa de beatificación del doctor José Gregorio Hernández en el año 1986”, cuando el Papa Juan Pablo II reconoció las virtudes heroicas del también llamado ‘médico de los pobres’.
“¿Por qué no ha avanzado la causa del Doctor José Gregorio Hernández?, preguntó el Arzobispo de Caracas durante su explicación a los asistentes. Él mismo respondió: “¡Porque no hemos tenido la comprobación de un auténtico milagro atribuido a la intersección del doctor José Gregorio Hernández!”. Acotó que los postuladores de la causa han “presentado dos presuntos milagros, pero la comisión médica del Vaticano ha dicho que no eran tales milagros sino hechos que podían ser explicados por causas naturales”.
“Venerables”, pero sin culto público
Además el Arzobispo de Caracas explicó que “no es con una suscripción popular; no es por un clamor del pueblo; no es con peticiones dirigidas al Santo Padre que se logra la canonización de una persona. Se logra con la comprobación del milagro”.
Dijo que a los “Venerables”, la misma condición en que están ahora la Madre Carmen Rendiles y José Gregorio Hernández, “no se le pueden tributar cultos públicos”.
Es decir, “no se pueden venerar como si fueran santos canonizados; no se pueden hacer cantos en su nombre; no está permitido colocar sus nombre a santuarios; no se pueden colocar sus imágenes en templos o capillas; y no se pueden ofrecer misas en acción de gracia, sino pedirle a Dios por su pronta beatificación y canonización”, dijo.
El decreto fue leído por Monseñor Henry Padilla. Un sonoro y prolongado plauso se escuchó en todo el recinto religioso cuando culminó, como una notable muestra de alegría por contar Venezuela con una “Venerable” que se enrumba hacia los altares.
Por su parte, la Superiora General de las Siervas de Jesús en Venezuela, Colombia y Ecuador, Madre María Eugenia Noreya, tuvo palabras de agradecimiento por el apoyo y la asistencia de familiares, amigos y de otras congregaciones religiosas.
“Quiero darle gracias a Dios y a todos ustedes por sus oraciones en favor de este proceso de la Madre Carmen, fundadora de nuestra comunidad que ahora tengo el honor de estar al frente”.
Durante la homilía el Purpurado dijo que la ceremonia se hizo también con el propósito de pedirle a Dios por la causa de canonización de esta religiosa nacida en Caracas el 11 de agosto 1903, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús.
“En los procesos o causas de beatificación, la declaración de las virtudes heroicas de una persona significan que esa persona en su vida cristiana fue digna de su vocación a la santidad, que quiso alcanzar la perfección cristiana, y lo logró”, dijo Urosa.
Acotó que el decreto emitido por el Papa Francisco es un paso adelante muy significativo en el largo camino que comenzó el 9 de marzo de 1995, cuando el Cardenal José Alí Lebrun Moratinos, realizó la sección introductoria con la apertura de la causa de beatificación de la Madre Carmen Rendiles.
“Hoy llegamos a un punto muy importante, se ha reconocido que la Madre Carmen fue una mujer realmente virtuosa, llena de Dios, que podemos tener como ejemplo de nuestra vida cristiana”, resaltó durante la homilía.
Tan “Venerable” como José Gregorio
El Cardenal Urosa recordó que el proceso de canonización es un camino largo y no hay que desesperarse porque lleva tiempo. “La causa de la Madre Carmen se encuentra ahora en el punto donde llegó la causa de beatificación del doctor José Gregorio Hernández en el año 1986”, cuando el Papa Juan Pablo II reconoció las virtudes heroicas del también llamado ‘médico de los pobres’.
“¿Por qué no ha avanzado la causa del Doctor José Gregorio Hernández?, preguntó el Arzobispo de Caracas durante su explicación a los asistentes. Él mismo respondió: “¡Porque no hemos tenido la comprobación de un auténtico milagro atribuido a la intersección del doctor José Gregorio Hernández!”. Acotó que los postuladores de la causa han “presentado dos presuntos milagros, pero la comisión médica del Vaticano ha dicho que no eran tales milagros sino hechos que podían ser explicados por causas naturales”.
“Venerables”, pero sin culto público
Además el Arzobispo de Caracas explicó que “no es con una suscripción popular; no es por un clamor del pueblo; no es con peticiones dirigidas al Santo Padre que se logra la canonización de una persona. Se logra con la comprobación del milagro”.
Dijo que a los “Venerables”, la misma condición en que están ahora la Madre Carmen Rendiles y José Gregorio Hernández, “no se le pueden tributar cultos públicos”.
Es decir, “no se pueden venerar como si fueran santos canonizados; no se pueden hacer cantos en su nombre; no está permitido colocar sus nombre a santuarios; no se pueden colocar sus imágenes en templos o capillas; y no se pueden ofrecer misas en acción de gracia, sino pedirle a Dios por su pronta beatificación y canonización”, dijo.
El decreto fue leído por Monseñor Henry Padilla. Un sonoro y prolongado plauso se escuchó en todo el recinto religioso cuando culminó, como una notable muestra de alegría por contar Venezuela con una “Venerable” que se enrumba hacia los altares.
Por su parte, la Superiora General de las Siervas de Jesús en Venezuela, Colombia y Ecuador, Madre María Eugenia Noreya, tuvo palabras de agradecimiento por el apoyo y la asistencia de familiares, amigos y de otras congregaciones religiosas.
“Quiero darle gracias a Dios y a todos ustedes por sus oraciones en favor de este proceso de la Madre Carmen, fundadora de nuestra comunidad que ahora tengo el honor de estar al frente”.