Un estudio realizado en la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha abierto una puerta al tratamiento de un tipo de leucemia infantil que no responde a quimioterapia, según confirmó hoy a Efe su autor, el investigador español Ernesto Díaz Flores.
Los resultados de su trabajo de más seis años fueron publicados esta semana en la prestigiosa revista Science Signaling y explican el comportamiento del oncogén Ras para el caso de un tipo de leucemia mieloide similar a la leucemia mielomonocítica (JMML) que afecta a niños y adolescentes.
"Es un análisis exhaustivo del mecanismo de cómo una mutación en un gen puede alterar la proteína y cómo esa proteína puede alterar la función de la célula y dar como resultado una leucemia", explicó Díaz, doctorado en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid que desde hace 9 años desarrolla su carrera en California.
Este madrileño de 39 años se ha especializado en la bioquímica del proceso canceroso con el objeto de descifrar los elementos que hacen que un gen mutado desencadene la formación de un tumor.
"Hasta ahora se creía que el oncogén Ras estaba continuamente activado haciendo que las células se multiplicaran sin parar, generando leucemia, sin embargo nuestro estudio demuestra que el oncogén necesita de unos factores en la sangre llamados citoquinas para inducir la multiplicación", señaló.
Díaz, que trabajó junto con el jefe de laboratorio Kevin Shannon y un grupo de colaboradores, encontró las proteínas que controlan todo el proceso, lo que "sienta las bases" para posibles aplicaciones en terapias con pacientes.
Una vez que se conocen las proteínas se pueden bloquear mediante fármacos ya existentes.
La investigación se realizó en ratones a los que se les consiguió prolongar la vida durante meses, lo que "puede equivaler a años en una persona. Esto justifica un estudio en pacientes", apuntó.
Díaz tiene la esperanza de que sus conclusiones sirvan también para explorar tratamientos en otros tipos de cáncer como es el de páncreas y el de colon, donde el oncogén Ras se encuentra en un 90 % y un 30 % de los casos.
Actualmente Díaz continúa estudiando otro tipo de leucemia infantil, la infoblástica aguda hipodiploide que supone entre el 1 y el 5 % de leucemias infantiles, y sobre la que la quimioterapia y los trasplantes de médula tienen escaso éxito.
"Hemos encontrado el mecanismo de por qué no responden (a esas terapias) y los fármacos que hacen que respondan muy bien. Queremos hacer ensayos en ratones, ver si funciona y si es así hacer ensayo clínico en pacientes", comentó.
Por el momento, su investigación está siendo "prometedora" y confía en poder publicar los resultados en 2014.
Díaz tiene planeado continuar sus trabajos en Europa en países como Alemania, Austria o Suiza porque ofrecen "mejor financiación y más oportunidades para desarrollar proyectos pioneros" que España. EFE
Los resultados de su trabajo de más seis años fueron publicados esta semana en la prestigiosa revista Science Signaling y explican el comportamiento del oncogén Ras para el caso de un tipo de leucemia mieloide similar a la leucemia mielomonocítica (JMML) que afecta a niños y adolescentes.
"Es un análisis exhaustivo del mecanismo de cómo una mutación en un gen puede alterar la proteína y cómo esa proteína puede alterar la función de la célula y dar como resultado una leucemia", explicó Díaz, doctorado en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid que desde hace 9 años desarrolla su carrera en California.
Este madrileño de 39 años se ha especializado en la bioquímica del proceso canceroso con el objeto de descifrar los elementos que hacen que un gen mutado desencadene la formación de un tumor.
"Hasta ahora se creía que el oncogén Ras estaba continuamente activado haciendo que las células se multiplicaran sin parar, generando leucemia, sin embargo nuestro estudio demuestra que el oncogén necesita de unos factores en la sangre llamados citoquinas para inducir la multiplicación", señaló.
Díaz, que trabajó junto con el jefe de laboratorio Kevin Shannon y un grupo de colaboradores, encontró las proteínas que controlan todo el proceso, lo que "sienta las bases" para posibles aplicaciones en terapias con pacientes.
Una vez que se conocen las proteínas se pueden bloquear mediante fármacos ya existentes.
La investigación se realizó en ratones a los que se les consiguió prolongar la vida durante meses, lo que "puede equivaler a años en una persona. Esto justifica un estudio en pacientes", apuntó.
Díaz tiene la esperanza de que sus conclusiones sirvan también para explorar tratamientos en otros tipos de cáncer como es el de páncreas y el de colon, donde el oncogén Ras se encuentra en un 90 % y un 30 % de los casos.
Actualmente Díaz continúa estudiando otro tipo de leucemia infantil, la infoblástica aguda hipodiploide que supone entre el 1 y el 5 % de leucemias infantiles, y sobre la que la quimioterapia y los trasplantes de médula tienen escaso éxito.
"Hemos encontrado el mecanismo de por qué no responden (a esas terapias) y los fármacos que hacen que respondan muy bien. Queremos hacer ensayos en ratones, ver si funciona y si es así hacer ensayo clínico en pacientes", comentó.
Por el momento, su investigación está siendo "prometedora" y confía en poder publicar los resultados en 2014.
Díaz tiene planeado continuar sus trabajos en Europa en países como Alemania, Austria o Suiza porque ofrecen "mejor financiación y más oportunidades para desarrollar proyectos pioneros" que España. EFE