La policía antidisturbios y efectivos del Ministerio ucraniano del Interior abandonaron hoy la Plaza de la Independencia de Kiev tras retirar durante la madrugada las barricadas en las inmediaciones del baluarte de las protestas opositoras.
Los autobuses con centenares de efectivos policiales se dirigieron a otras zonas del centro de la capital, como la sede del Gobierno.
Tras la retirada de la policía, los manifestantes comenzaron a levantar nuevas barricadas en los accesos a la plaza, donde ahora se concentran varios miles de personas.
"¡A casa, a casa!", gritaron los manifestantes mientras los efectivos del temido destacamento antidisturbios Berkut (Águila) entraban en los autobuses y abandonaban la zona.
La policía también levantó los cordones que había instalado en la avenida Kreschátik, la principal arteria de la ciudad, en cuyo centro está la Plaza de la Independencia, conocida popularmente como Euromaidán (maidán es plaza en ucraniano).
Además, las autoridades locales reabrieron varias de las más céntricas estaciones de metro, una de cuyas bocas da al mismo corazón de la plaza, que ya fue el corazón de las protestas en la Revolución Naranja de 2004.
Tras la carga policial de esta noche los opositores comenzaron a exigir no sólo la dimisión del Gobierno, sino también la del propio presidente, Víktor Yanukóvich.
Yanukóvich "ha escupido en la cara a Estados Unidos, a los países de la Unión Europea y a los 46 millones de ucranianos. No se lo perdonaremos", dijo Arseni Yatseniuk, uno de los máximos dirigentes opositores.
Yatseniuk agregó que en la plaza "hoy hay miles, ayer eran centenares y mañana serán millones y el régimen de Yanukóvich caerá".
Esta mañana el primer ministro, Nikolái Azárov, aseguró que la policía no disolverá por la fuerza a los manifestantes congregados en la Plaza de la Independencia.
"No se usará la fuerza contra los manifestantes. De lo que se trata es de despejar las calles para garantizar el normal funcionamiento de la ciudad", dijo.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, deploró hoy el uso de la fuerza por la policía antidisturbios "bajo la cobertura de la noche para dirigirse a la sociedad mediante el uso de la fuerza".
Los participantes en las protestas se mantienen en la Plaza de la Independencia, así como en la Casa de los Sindicatos y el Ayuntamiento de Kiev, edificios ocupados por los manifestantes el pasado día 1.
La secretaria adjunta de EEUU para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, visitó hoy la Plaza de la Independencia, donde fue recibida por los manifestantes con gritos de "Que dios la bendiga".
Nuland, que acudió a la concentración acompañada del embajador estadounidense en Kiev, Geoffrey Pyatt, compartió unas galletas con los manifestantes y, luego, hizo lo mismo con unos policías antidisturbios apostados junto a plaza. AFP /EFE