La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó hoy una serie de normas nuevas para los bancos de genes que tiene la intención de mejorar la conservación de los cultivos alimentarios.
Más de 7 millones de muestras de semillas, tejidos y otros materiales de reproducción vegetal de cultivos alimentarios, junto con sus parientes silvestres, están protegidos en unos 1.750 bancos de germoplasma.
Las normas están diseñadas para orientar a los usuarios en la aplicación de las tecnologías y procedimientos más adecuados para la recopilación, conservación y documentación de la diversidad de los cultivos.
Sus amplias aplicaciones también son compatibles con la investigación que podría detener la pérdida de biodiversidad e impulsar la sostenibilidad en la agricultura, condiciones necesarias para alimentar a una población mundial que superaría los 9.000 millones de personas en 2050.
Los bancos de genes bien gestionados permiten preservar la diversidad genética y ponerla a disposición de científicos que pueden utilizarla para desarrollar y compartir variedades mejoradas, incluyendo aquellas adaptadas a condiciones agroecológicas específicas.
ONU