La estadounidense Serena Williams, número uno del ránking femenino, fue eliminada este domingo en los octavos de final del Abierto de Australia, en una jornada en la que los favoritos del cuadro masculino se clasificaron sin sorpresa.
Al igual que en los dos últimos años, Serena dijo adiós prematuramente en Melbourne, esta vez ante la serbia Ana Ivanovic, en la mayor sorpresa hasta ahora del torneo, pese a que después se supo que la estadounidense sufre unas molestias en la espalda.
"Quizá no me estaba en mi mejor forma físicamente, pero Ana ha jugado muy bien y no quiero aprovecharlo (la lesión) como excusa", declaró tras el partido la menor de las hermanas Williams, que buscaba un sexto título en Australia, un torneo en el que no participó por lesión en 2010 y del que fue eliminada sorprendentemente en lo tres últimos años sin alcanzar ni siquiera las semifinales.
"No sé qué tengo en la espalda, dura desde hace unos días. Sólo necesito unos días de reposo y desgraciadamente no tengo este lujo en un torneo del Grand Slam", añadió Williams, que perdió ante Ivanovic por 4-6, 6-3 y 6-3.
La serbia, número uno en 2008, no jugaba tan bien como lo está haciendo esta semana en Melbourne dese hacía años y aprovechó el problema de su rival para volver a unos cuartos de final de un Grand Slam, algo que sólo había conseguido una vez (US Open-2012) desde su victoria en Roland Garros-2008.
La sorpresa por la derrota de Serena es mayúscula, ya que la estadounidense domina a placer el circuito femenino desde hace un par de temporadas y, por ejemplo, el año pasado, sólo perdió tres de los 80 partidos que disputó tras quedar apeada en Australia.
Dos de esas tres derrotas fueron, además, ante la bielorrusa Victoria Azarenka, número dos mundial, ganadora en Australia en las dos últimas ediciones y que parece tener ahora vía libre para sumar un nuevo Grand Slam a su palmarés.
Fuente imágenes: AFP y EFE