AFP.- Al menos 10 personas murieron en un nuevo ataque durante la noche en la costa de Kenia, dijo la policía el martes, tan solo 24 horas después de la masacre de los rebeldes somalíes shebab que mataron a unas 50 personas en la misma zona.
El grupo islamista vinculado a Al Qaida dijo que sus miembros habían cometido un nuevo ataque en un pueblo cercano y que todos habían conseguido volver ilesos después de dos noches de matanza que han dejado casi 60 muertos.
“Anoche hicimos otro ataque y matamos a 20 personas, principalmente policías y guardabosques kenianos. Los comandos han ido a varios lugares a buscar personal militar”, dijo a la AFP por teléfono el portavoz de los shebabs, Abdulaziz Abu Musab.
“Los comandos cumplieron su misión y volvieron pacíficamente a la base”, añadió sin especificar si los islamistas seguían en Kenia o habían cruzado la frontera Somalí, a unos 100 kilómetros al norte.
La policía confirmó que varios hombres armados, pertenecientes aparentemente al mismo grupo que cometió la masacre la noche del domingo en Mpeketoni, atacaron el lunes el pueblo de Poromoko, situado en la región de Lamu.
El portavoz de la policía keniana Zipporah Mboroki confirmó el nuevo ataque y dijo que por el momento se habían confirmado 10 muertes.
“Nuestros agentes están intentando acceder a la zona y después se darán más detalles”, dijo Mboroki.
El sábado por la noche el asalto a Mpeketoni, cerca del turístico archipiélago de Lamu, fue el peor ataque en Kenia desde el sitio en septiembre al centro comercial Westgate en la capital Nairobi en el que murieron 67 personas.
Los testigos describen que los militantes llegaron a la ciudad, de mayoría cristiana, el domingo por la noche y atacaron primero la comisaría de policía y después varios hoteles y domicilios particulares.
“Sacaron a la gente, les hicieron acostarse y los ejecutaron uno a uno”, relata David Waweru, un joven desempleado, que consiguió refugiarse detrás de un edificio cercano.
- Advertencia a los turistas -
Los shebab dijeron que el ataque era una represión por la presencia militar keniana en Somalia y por la “brutal represión que el gobierno de Kenia está llevando contra los musulmanes a través de coacciones, intimidación y matanzas extrajudiciales de estudiantes musulmanes”.
Las tropas kenianas entraron en el sur de Somalia en 2011 para luchar contra los shebab.
Los insurgentes también declararon a Kenia “zona de guerra” y advirtieron a los turistas y los extranjeros que no entraran en el país, que ha sido una destinación muy popular por sus playas y sus safaris, pero en el que ha bajado drásticamente el turismo por las tensiones políticas, el aumento de crímenes violentos y los ataques atribuidos a los shebab.
“Los extranjeros que se preocupen por su seguridad no deberían venir a Kenia o, si no, sufrir las consecuencias de su osadía”, dijeron los islamistas en un comunicado el lunes.
“También advertimos al gobierno keniano que mientras siga invadiendo nuestras tierras y oprimiendo a musulmanes inocentes, estos ataques seguirán y no habrá perspectivas de paz o de estabilidad en Kenia”, dijo el grupo.